Las alfombras se pueden considerar el toque cálido más definitivo que necesita un hogar. Pueden convertir un espacio sin luz, sin alma y triste; en la más confortable. Son capaces de ofrecer muchas posibilidades para que una casa se vea más bonita que nunca, sin necesidad de hacer grandes inversiones ni cambios drásticos. Pueden ser las grandes aliadas para delimitar diferentes partes en una misma habitación, como el comedor y el salón o la habitación del vestidor; por ejemplo. Dando así un punto diferente entre estilos y permitiendo cambiarlos dentro de una misma sintonía. Pueden ser un accesorio perfecto.
Sin embargo, son un gran foco de infecciones, ácaros y polvo; algo que hay que tener muy en cuenta siempre cuando se decide colocar una en casa. Si hay niños pequeños, éstos pueden ser el blanco de infecciones, enfermedades o pequeños sustos que hay que tener muy en cuenta. Por ello, siempre una alfombra debe seguir un estricto y riguroso ritual de limpieza, algo que no puede fallar y que lo hace muy complicado por ser, además, de tejidos algo complejos y difíciles de limpiar, aspirar o desinfectar a menudo. Puedes producir malos olores y afectar, incluso, a la calidad del aire.
Alfombra sí
Aporta calidez. Son sin duda, la mejor, primera y principal opción para dar un toque de calidez a las habitaciones. Va a ser difícil conseguir esto con ningún otro elemento decorativo. Es por ello que, dentro de una decoración minimalista, con muebles en líneas muy rectas y sobrias, con colores fríos, etc. Será capaz de aportar la clave perfecta para equilibrar, dando al ambiente un ambiente mucho más acogedor.
Comodidad. Da al ambiente un sentido acogedor, esto es siempre así, es una realidad. Cuando una parte de tu hogar tiene una alfombra como tipo de decoración, no es raro sentir la necesidad de descalzarse para caminar sobre ellas, sintiendo la suavidad de éstas en la piel.
Delimita espacios. Para lo que no se va a necesitar ni paredes, ni estanterías, ni elementos decorativos para separar zonas más abiertas. También, puede usarse para reducirlas si se coloca de manera estratégica.
Ampliar habitaciones. Siempre que se use una alfombra de color claro, se puede notar como se produce este efecto, haciéndola mucho más grande a la vista. Dando mucha más profundidad y ayudando, visualmente, para que se pueda sentir que, una estancia a priori muy pequeña, parezca mucho más grande y sea más vistosa.
Protegen. Como es evidente, pueden proteger el suelo, amortiguando golpes, roces, marcas, arañazos, etc. Esto es muy importante cuando en casa hay parquet, convirtiéndose en los mejores amigos que existen en el mundo de la decoración.
Reducir sonido. Es una idea genial para amortiguar el ruido y no molestar con los pasos a los vecinos, o si hay niños pequeños en casa que no paran de correr de un lado para otro. Decorar con alfombras, es una forma muy barata y bonita de amortiguar ruidos; algo que notarás tanto tú, como los vecinos del piso de abajo.
Alfombras no
Reducen espacios. Del mismo modo, que antes se hablaba de alfombras claras para dar profundidad; si se usan las de color más oscuros o negras, consiguen justo el efecto contrario. Por lo que hay que tener un poco de cuidado a la hora de elegirlas en este tipo de tonalidades, además de mucho gusto al colocarlas en según qué partes.
Cuidado con el sol. Con el tiempo, y si tiene una exposición directa del sol, pueden llegar a perder color. Esto no va a pasar de un día para otro, duran bastante pero no son para siempre. De todos modos, ahora existen muchos establecimientos en los que se pueden encontrar por precios muy asequibles, así que es mejor animarse y cambiarla de vez en cuando.
Absorben todo el polvo. Por más que nos gusten, nos parezcan preciosas y queden genial como símbolo de decoración; las alfombras no dejan de ser expertas en" capturar" todo el polvo que haya a su alrededor. Es algo que hay que tener en cuenta a la hora de poner alguna en casa, además de ser muy conscientes de que toca mantenerlas muy bien y tenerlas muy limpias a menudo.
Limpieza continua. Todos los que están en contra de ellas, siempre se excusan en que son difíciles de mantener por la limpieza tan rigurosa que necesitan. Aunque todo esto es cierto, y es más fácil mantener limpio el suelo que la alfombra, si se sabe hacer bien y se aprende, usando los aparatos y productos convenientes para ellos; esto no debería ser un problema.
¡Cuidado con el estilo! Tanto como son buenas en un interiorismo bien diseñado y estudiado, también pueden destrozar una gran decoración. Es muy importante elegir bien, teniendo muy en cuenta el color, la forma, el estilo, etc. Si se escoge la alfombra equivocada, se puede quedar en el hogar un auténtico desastre durante mucho tiempo.