Si es tu primer encuentro con el diseño de interiores hay que tener en cuenta varios conceptos: elección del color predominante, el estilo del mobiliario, el número de elementos que pondrías y dónde... A la hora de elegir la paleta de colores que va a ambientar nuestro hogar, se tiene que actuar con cautela dado que esos colores estarán presentes un tiempo prolongado.
La nueva tendencia son los ambientes monocromáticos que consisten en utilizar un único color, pero con sus variantes en intensidades o en su propia graduación, tratando de conseguir una armonía. Su principal ventaja es que el ambiente monocromático facilitará mucho las decisiones posteriores. Una decoración monocromática no tiene por qué ser en blanco y negro, aunque sea la más conocida o la más frecuente ya que a la hora de combinar es lo más cómodo o lo más fácil, pero no hay que tener miedo a arriesgar.
Habría que pensar la actividad que vas a realizar en esa habitación, ya que eso va a condicionar la elección del color, para tener relajación en tu habitación la mejor apuesta siempre son los colores fríos, azules o verdes, y al incluir un poco de blanco ganarás mucha luz. Si por el contrario quieres que la habitación rebose energía y concentración el color apropiado es el amarillo. Para que no sea demasiado monótono puedes jugar con las texturas pero ¡cuidado! no te excedas o quedará demasiado recargado.
Simbología de colores
Para tener una idea de cómo pueden afectar los colores a tu estado de ánimo hay que saber los valores que se les dan a los colores, por ejemplo que los colores llamados cálidos (amarillo, naranja, rojo...) estimulan, mientras que los fríos (azul, añil, violeta...) sosiegan y aportan calma. El rojo es el más estimulante y se suele relacionar con la pasión, la guerra y el fuego. El amarillo suele asociarse con el Sol, con la primavera, con la realeza y con las enfermedades.
El naranja al ser la mezcla de los dos anteriores participa en el simbolismo de ambos colores, representa el equilibrio entre la pasión y la espiritualidad del amarillo. En cambio los colores o tonos fríos son todo lo contrario, el verde simboliza la juventud, la seguridad, la alegría y la naturaleza. El azul se relaciona siempre con el cielo y el mar, con el infinito y lo divino. El morado debido al coste del colorante, las prendas eran exclusivas de los ricos, por eso simbolizan el lujo, la templanza y la acción meditada. El rosa representa la feminidad y la sensualidad.
El caso particular del blanco y negro
En casi todas las culturas el blanco simboliza la pureza y la inocencia, pero en China, Japón e India se asocia con la muerte y el luto, como se hacía antiguamente en Europa. El negro es la ausencia de color y de luz, aunque puede ser un color muy neutro simboliza el mal, la vejez y la muerte, pero también la elegancia y la modernidad.
Para combinar estos dos colores de forma monocromática se pueden utilizar de diferentes maneras, dividiendo las cantidades de negro o de blanco en porcentajes, por ejemplo si el blanco acaba predominando sobre el resto de colores, se trataría de un estilo más conservador, y según se vaya añadiendo el color negro pasaría a ser moderno (50%-50%), después incluyendo la escala de grises sería más un estilo sobrio y moderado (80%-20%) llegando a ser un ambiente menos monocromático.
Ambiente monocromático y decoración monocromática
Con el color rojo hay que tener especial cuidado con el exceso, aunque se pueden conseguir resultados muy buenos, combinando con colores crema que rebaje la saturación de la habitación. El naranja también es un color muy atrevido pero si se intenta combinar con otros colores llamativos puede ser excesivo.
Si lo que te interesa es un entorno tranquilo y sin excesos, el color ideal es el azul, con todas su tonalidades y graduaciones, pero siempre le viene bien algún toque de amarillo o granate para darle vida. Las salas de estar suelen ser de colores fríos, por ejemplo azul pastel o verdes esmeralda con baja intensidad, que reflejen la tranquilidad de la habitación en la que la actividad que se realizará no será muy enérgica.
Los baños pueden ser de cualquier tono, si quieres arriesgar, puedes decantarte por el amarillo, ya que es luminoso y enérgico, pero siempre con moderación, los colores crema siempre ayudan a hacer más discreto el ambiente. El verde es ideal para cocinas o incluso dormitorios, siendo el rojo su color complementario podemos darle mucho contraste si utilizamos algún toque más simple.
Ambientes monocromáticos infantiles
Las habitaciones infantiles suelen sufrir muchos cambios debido al crecimiento de los niños y niñas, también influye el tamaño de la habitación y si conviven en ella dos géneros puesto que siempre hay discusiones de cuál es el color favorito de cada uno. Si es el caso de reformar una habitación, el blanco siempre es un acierto para complementar con colores más vivos, y si no un color neutro como el verde o el crema serían estupendos para un balance de dos niños o niñas.