Uno de los sueños que muchas personas tienen en su vida es el de conseguir tener un armario lleno de ropa, complementos y zapatos. Más allá de lo material que pueda resultar esta afirmación, tener un armario perfecto significa algo más que tenerlo repleto de cosas y que implica orden, sentido de la responsabilidad y organización. Por norma general, los armarios de muchas personas tienden a ser espacios donde la planificación y la colocación de las prendas brilla por su ausencia.
Otra cosa que describe a un armario perfecto y que va más allá del orden o de lo lleno que pueda estar con ropa, es el de ser consciente de lo que se tiene y estar satisfecho con ello. Existen cientos de factores que pueden ayudar a construir o a organizar un armario y si eres alguien que ha decidido organizar su vida empezando por este espacio de la casa, entonces te conviene que sigas leyendo este artículo. A continuación, encontrarás una serie de consejos y trucos que te ayudarán a sacar el máximo provecho al espacio que tengas, a saber organizar tus prendas y a crear un armario perfecto y acorde a tus necesidades.
Elimina ropa que no utilices
Uno de los primeros pasos que siempre se recomienda llevar a cabo y que sirve para, después, organizar todo el espacio del armario, es el de desechar todas aquellas prendas, complementos, accesorios y zapatos que no utilices. Muchas personas tienden a acumular ropa sin motivo aparente y es bastante habitual encontrarse con que uno almacena ropa de cuando era niño o adolescente que jamás se volverá a poner.
La clave es sincerarte contigo mismo y preguntarte si esa prenda de ropa que tienes en el armario ocupando espacio sigue siendo algo que, a día de hoy, te pondrías. Si la respuesta es no, la opción que tienes es desechar esa prenda. Puedes donar la ropa que no uses a asociaciones que recojan ropa usada para destinarla a personas con pocos recursos, darla como herencia a algún familiar que sepas que le va a dar un mayor uso o incluso, si no te quieres deshacer de ella, simplemente guardarla en alguna caja cuyo destino sea el desván, garaje, trastero o cualquier otro lugar donde no ocupe espacio útil.
Separa por tipos de prenda
Otro de los errores que comete la gente a la hora de organizar su armario y que es necesario para que este se vea ordenado y para que puedas encontrar y ver toda la ropa que tienes es el de mezclar toda la ropa. Piensa que, por ejemplo, si no divides tu armario en secciones, lo más probable es que muchas prendas acaben perdidas unas entre otras. Si tienes varios abrigos de pelo desperdigados por el armario y no sigues un cierto orden, más de una vez te encontrarás que entre ellos hay camisetas o blusas que, por volumen, se han ido quedando escondidas tras las prendas más voluminosas.
Lo ideal es organizar el armario siguiendo un orden y separando tipos de prendas entre sí. Lo ideal es que abrigos, blusas, chaquetas y otros elementos que se puedan arrugar con facilidad y que correspondan al tronco estén en una barra colgadas en perchas. Si quieres que la organización sea un poco más perfecta, procura que todas esas prendas estén clasificadas por colores para así ir a tiro fijo en esos días en los que no quieras complicarte mucho buscando una prenda.
En cuanto a los pantalones, faldas, vaqueros y camisetas, estas prendas puedes destinarlas a las baldas que encuentres en tu armario. Las camisetas dóblalas todas de la misma forma y destina un único estante o montón a ellas. Es muy importante que, por ejemplo, no mezcles vaqueros con camisetas. Otro truco que te servirá de gran ayuda será el de guardar todos los vaqueros por un lado, las faldas por otro y los pantalones o monos por otro. De esta forma sabrás en todo momento dónde tienes cada cosa y no tardarás horas en rebuscar todo para encontrar esa prenda de la que te acabas de acordar que tenías.
Ten a mano lo que más utilices
Aunque hayas hecho una criba considerable en tu armario, es probable que sigas teniendo, todavía, muchísima ropa y esto haga que sea imposible que toda ella esté igual de accesible. Para evitar este quebradero de cabeza, lo mejor es que divides toda la ropa con la que te quieras quedar según preferencias o gustos. Es decir, las prendas que más utilices en tu día a día, bien porque te gustan más o porque son más cómodas, colócalas siempre de forma accesible y de tal manera que no te sea un engorro quitarlas y volverlas a poner en el armario.
Por otro lado, para todas aquellas prendas, accesorios o zapatos que no tengas, utiliza los estantes o cajones más altos para guardarlos ahí. Si crees que te puede ayudar, puedes hacer carteles adhesivos para pegarlos en dichos estantes y que te recuerden lo que tienes ahí a pesar de que no puedas acceder a ellos fácilmente. De esta forma, te será un poco más complicado olvidarte de esa prenda que tanto te gusta pero que no te pones tan a menudo. ¡Recuerda que la clave para conseguir un armario perfecto es una buena organización!