Denominamos como calefacción al conjunto de elementos que ayudan a generar calor mediante distintos materiales, lo que ofrece una temperatura más o menos uniforme que proporciona un confort ambiental a las personas que disfrutan de esa vivienda. Y es que los sistemas de climatización son una de las fuentes primordiales de consumo de energía doméstico en nuestro país. Por ello, buscar la opción más eficiente es una necesidad.
Sin embargo, contamos con muchas opciones para calentar nuestro hogar, pero está en nuestra mano elegir la que mejor nos convenga. Dentro de todas estas posibilidades, podemos encontrar las bombas de calor, que no son muy conocidas todavía pero que tienen un formato reversible y una eficiencia asombrosa. A continuación, vamos a conocer todo lo necesario sobre cuál es la mejor calefacción.
Bomba de calor
Este sistema de calor fue elegido en 2011 por Greenpeace como el mejor sistema de calefacción en cuanto a eficiencia energética se refiere. Y es que funciona mediante la transportación del calor en lugar de generándolo.
La bomba de calor es un aparato cuyo funcionamiento se asienta en la termodinámica y transporta la energía de un ambiente en forma de calor a otro, ya sea por aire, agua o suelo. Esto es posible gracias al cambio de estado de gas a líquido de un fluido refrigerante a través de la temperatura ambiente y con el apoyo de un compresor.
Este equipo es capaz de atrapar energía de fuentes gratuitas y externas, algo que multiplica la potencia eléctrica de accionamiento del compresor y transporta el calor útil de forma muy eficiente. Además, la bomba de calor puede utilizarse en equipos de climatización para dar calor o para calentar agua sanitaria. También hay otras que funcionan aportando frío al local, es decir, mediante un ciclo inverso. Se denominan bombas de calor reversibles.
La ventaja del uso de la bomba de calor es que el calor se establece en su capacidad de proveer más energía útil en forma de calor de la que usa para su funcionamiento, llegando así a poder ahorrar un 70% si lo comparamos con un sistema de calentamiento tradicional como puede ser la eletricidad, el gas o el gasóleo.
Además, otros beneficios del uso de este aparato son: la eficiencia energética, la contribución a la disminución de emisiones de CO2, el uso de energías renovables, el uso de refrigerantes que respetan el medio ambiente, etc.
Tipos de bombas de calor
- Bomba a calor aire-agua: El calor es tomado del aire y se traspasa a un circuito de agua que surtirá un suelo o un techo radiante o refrescante, aerotermos, ventiloconvectores o tadiadores.
- Bomba a calor aire-aire: El calor que se toma del el aire pasa directamente al aire del espacio que debe calentarse.
- Bomba a calor agua-agua: El sistema se apodera del calor de un circuito de agua en contacto con un elemento que le dará el calor (la tierra, capa freática) para pasarlo a otro circuito de agua como en el caso de la bomba a calor aire-agua. Es el sistema adoptado generalmente por las bombas de calor geotérmicas.
- Bomba de calor geotérmica: Este tipo de bombas de calor consigue la energía del terreno a través de un fluido caloportador que aspira el calor del suelo y lo transmite al circuito frigorífico de la bomba.
Componentes de la bomba de calor
La bomba de calor aire-agua está formada por dos partes: un depósito de acumulación situado en la parte inferior y el grupo bomba de calor en la parte superior, la cual está basada en el aprovechamiento de la energía que provocan los cambios de estado del fluido refrigerante. Este fluido circula por dentro de un circuito cerrado que está formado por:
- Condensador: Actúa como intercambiado de calor a lo largo del calderín y a través del cual, el fluido refrigerante en forma de vapor transfiere toda su energía al agua del depósito. A medida que va cediendo la energía se condensa y se convierte en estado líquido.
- Compresor: El cual hace posible el desarrollo del proceso y necesita electricidad para poder funcionar.
- Válvula de expansión: Por este componente pasa el fluido refrigerante y, por medio de su cambio de sección, implica una disminución brusca de la presión y una reducción de la temperatura bastante notable.
- Evaporador: Se trata de otro intercambiado de calor que está en la parte superior y que, a través de su superficie ampliada por un sistema de aletas, hace posible el intercambio entre el aire ambiente y el fluido refrigerante.
Calefacción por suelo radiante
Se utiliza un sistema de tuberías por las que circula agua caliente, dispuestas por el suelo o la pared. Este sistema es muy eficiente porque, como el calor se transmite a través del intercambio del calor del paramento, este lo guarda mucho tiempo. El calor que dan se transmite al ambiente y sube calentando la estancia.
Con este sistema se cubren superficies más amplias, pues se trata de una inversión a futuro. En caso de reforma completa de tu casa, y dependiendo del lugar donde vives, es algo que se debe estudiar detenidamente porque puede parecer un gasto un poco más alto, pero a la larga es una gran inversión en cuanto a consumo y eficiencia. Además, no requiere de un lugar para poner la caldera y su instalación no es complicada. Tampoco necesita mucho mantenimiento y se puede instalar sin dificultad en cualquier lugar de la casa.
Calefacción eléctrica
Es un tipo de calefacción que no se usa muy a menudo, ya que el consumo eléctrico que supone es elevado. Podemos encontrar este tipo de calefacción en aplicaciones de aire acondicionado con bomba de calor, radiadores de aceite, suelo radiante eléctrico o algún sistema con acumuladores de calor.
Si la vivienda tiene estos sistemas, lo que debemos comprobar es el buen estado de las conexiones eléctrica y del cableado, el buen funcionamiento de termostatos asociados, la clasificación energética, comprobar que funcionan... Todo esto sirve para que no tengamos problema con la potencia que contratamos, aunque suelen tener unas pegatinas metálicas en las que nos indica la potencia que consumen, que suele ser bastante más de lo habitual, dependiendo del tipo y unidades instaladas.
En el caso de los radiadores eléctricos hay que ser precavidos porque la factura de la luz subirá mucho. No es el mejor sistema por el coste económico, pero si no tienes otra opción más que usarlo, revisa la tarifa contratada e intenta que sean acumuladores para poder consumir energía en las horas donde el precio del kilovatio sea más bajo, tarifas de tres precios diferentes: punta, llano y valle.
Aunque el coste de energía será mayor, las ventajas que tiene la calefacción eléctrica son algunas como que se puede instalar en cualquier casa porque no depende del suministro de gas natural; el mantenimiento es escaso; no necesita un espacio dedicado a la caldera ni requiere instalaciones complicadas; y son mucho más seguras porque no habrá fugas de gas.
Calefacción de gas
Se trata de un tipo de calefacción bastante común en viviendas tanto nuevas como antiguas. Consiste en la producción de agua caliente gracias al calor producido por la combustión del gas. Este agua viaja a través de un circuito cerrado de tuberías por toda la vivienda, finalizando en un emisor de calor, tipo radiador o similar.
El sistema de radiadores se basa en el intercambio de calor entre medios. El agua caliente pasa a repartirse por todos los elementos o partes expuestas al ambiente del radiador. Dicha agua traspasa su calor al aire que atraviesa el radiador, calentando así el ambiente, y el agua que ha perdido el calor y ha disminuido su temperatura vuelve por el circuito de tuberías hasta la caldera para ser calentado otra vez y empezar de nuevo el ciclo.
Las ventajas de la calefacción de gas es que no reseca el ambiente, mantiene el calor de toda la casa por igual y se puede usar tanto en espacios pequeños como en hogares grandes. Sin embargo, en cuanto a las desventajas, este tipo de calefacción necesita una limpieza al año y tiene que ser revisada periódicamente por la empresa que la instaló.
Estufas de pellets
El pellet es un tipo de biomasa, es decir, un combustible que procede directamente de la naturaleza. Su composición está formada por serrín y virutas prensadas, provenientes de residuos agrícolas, industriales y aserraderos que apenas general hollín ni cenizas. Además, las virutas son secadas, limpiadas y prensadas en matrices para formar los pellets. Mientras se produce este proceso, las virutas se aglutinan de forma natural por su propia lignina.
Su precio es muy económico en comparación con otros tipos de combustibles, es decir, el precio medio de un saco de pellets de 15 kilogramos comprado suelto es de unos 4 euros aproximadamente. Y es que el contenido energético de 2 kilogramos de pellets de madera equivale más o menos al de 1 litro de gasóleo de calefacción, por lo que el pellet es más económico en comparación del combustible.
Entre las ventajas de tener una estufa de pellets, estaría que se utiliza combustible renovable en su totalidad, además del precio competitivo y bueno respecto a los combustibles fósiles. También que este tipo de biomasa es rico en poder calorífico, composición constante y homogeneidad, lo que permite conseguir rendimientos energéticos muy elevados.