Cuando las temperaturas bajan, nuestros bolsillos también lo hacen. La calefacción supone uno de los gastos más importantes durante los meses que los termómetros bajan demasiado y en los que ya no sirve sólo ponerse el abrigo. Por esta razón es muy importante que escojamos bien el tipo de calefacción que vamos a poner en casa, además del ahorro económico, también estaremos contribuyendo a la salvaguarda del medio ambiente.
Además de los ya conocidos trucos clásicos para que nuestros bolsillos no se resientan después de los meses más fríos, existen otros tips para que la factura de la luz no sea tan elevada.
¿Quieres saber cómo ahorrar calefacción sin pasar frío? sigue leyendo el artículo para informarte de todos los trucos existentes para ahorrar en tu próxima factura de la luz o gas.
Bricolaje para ahorrar calefacción
El ahorro en la calefacción supone bastante, y es que nuestra factura de la luz en los meses más fríos se dispara exponencialmente. Hoy te vamos a enseñar unos sencillos trabajos de bricolaje relacionados con los radiadores, te aseguramos que frío no vas a pasar.
1. Purgar los radiadores: Puede sonar bastante obvio, pero sigue siendo uno de los puntos que siempre se nos olvida, realizar una revisión periódica a nuestros radiadores nos ayudará a que éste funcione mucho mejor y expanda todo el calor por la casa. Aconsejamos purgarlo una vez al año, es conveniente que sea a principios de invierno, por si pudiera haber algún imprevisto. Para purgar los radiadores hay que abrir una pequeña válvula de la que saldrá aire, tendremos que esperar a que sólo salga agua, entonces habremos terminado correctamente la purga.
2. Láminas reflectantes para los radiadores: Si tus paredes son porosas o demasiado finas, aquí te traemos la solución para que el calor no se escape más por las paredes y se quede en la habitación. Es tan sencillo como colocar un papel reflectante detrás de cada radiador, de esta manera conseguiremos proyectar el calor hacia la habitación y por tanto la sensación térmica será aún más elevada.
3. Colocar burletes: Los burletes son las típicas cinta adhesivas, las podemos encontrar en cualquier ferretería. Los burletes nos ayudarán a aislar y mantener el calor en la casa por más tiempo, lo que es sinónimo de ahorro. Este truco tan sencillo es originario de expertos en materiales como arquitectos o aparejadores. Para que el ahorro en nuestra factura de la luz sea notorio, tendremos que sellar puertas y ventanas con estos burletes. Además de ser bastante sencillo de colocar, también se verá reflejado en la factura de la luz.
4. Colocar termostato inteligente: Aunque no te lo creas, colocando un termostato que nos ayude a regular la temperatura manualmente o por control remoto, estaremos ahorrando de un 8% a un 13% en la factura de la luz. Estos aparatos además de ser muy fáciles de colocar, también son bastante económicos y pueden adquirirse en diversos puntos.
5. Colocar un termostato manual: También podemos colocar un termostato manual para regular la temperatura de nuestro hogar y evitar calentar en exceso determinadas estancias. Para ello tendremos que cambiar la llave convencional de nuestro radiador por otra que tenga el termostato incorporado, de esta manera controlaremos la temperatura del propio radiador. Su instalación no es difícil y tampoco requiere de conocimientos previos.
6. Programadores eléctricos: Decidir en qué momento se apaga y se enciende la calefacción es posible, sólo necesitaremos instalar un programador eléctrico. Este utensilio es muy recomendable, pues estaremos ahorrando luz en los momentos en los que no estemos en casa y así evitar malgastar la calefacción.
Existen otros trucos además del bricolaje que nos ayudará a mantener a raya la factura de la luz en los meses más fríos.
Nunca debes cubrir un radiador, además de que no siempre es seguro, estarás impidiendo que el calor se distribuya por toda la habitación.
Aconsejamos mantener la temperatura ideal en nuestra casa, es decir una temperatura que no sea muy excesiva, esto dependerá también del tipo de aislamiento que tenga la casa y su localización. Pero en los dormitorios podemos bajarla unos 3 o 5 grados, así estaremos contribuyendo al ahorro familiar.
De la misma manera, es conveniente apagar la calefacción por la noche, pues en las horas de sueño estaremos resguardados por las mantas y por la mañana podremos encenderla una vez ventilada la casa.
Mantener una temperatura constante también es otro gran tip para ahorrar en la factura de la luz de nuestra casa. Aumentar un solo grado incrementa alrededor de un 7% el gasto de energía y, por consiguiente, el recibo de luz o gas. Por este motivo, lo mejor es intentar mantener la misma temperatura durante todo el día regulándola , sólo si es necesario, por la noche.
Con estos sencillos trucos además de no pasar frío podremos ahorrar un poco y no despilfarrar tanto.