En la actualidad vivimos constantemente estresados. Son muchos los reclamos que nos llegan de nuestro alrededor a tiempo real y de manera persistente, ya bien sea por trabajo, ocio o demás obligaciones es probable que nos veamos bombardeados de información tanto por las redes sociales, otras tecnologías o bien mientras vamos caminando por la calle o en el trabajo.
Por eso, es importante que bajemos el ritmo de vez en cuando. De lo contrario, vivir tan acelerados puede tener consecuencias muy negativas para nuestra salud. Así pues, al igual que se ha puesto de moda la cocina slow o la música con este mismo adjetivo, también lo ha hecho la filosofía slow. 'Slow' significa despacio en inglés y lo único que pretenden estos estilos de vida es que bajemos el ritmo de nuestras actividades y disfrutemos de aquellas cosas realizadas a fuego lento, con pasión, atención, cariño y mimo.
En el caso de que te sientas acelerado y que no creas tener tiempo para ti mismo, o bien tengas la sensación de que el día no tiene suficientes horas para hacer todo lo que deseas y que te pasas cada instante de arriba para abajo, sin disfrutar para un minuto para ti mismo, para hacer lo que te gusta o, simplemente, para no hacer absolutamente nada o aburrirte, quizás haya llegado el momento de que te pases a la filosofía de vida slow y puedas disfrutar más de tu tiempo.
Descubre cuáles son algunas de las claves a seguir para una filosofía de vida slow e intenta dejar de correr constantemente, puesto que a la larga puede causarte problemas de salud física o mental, a la par que tendrás la sensación de que estás corriendo demasiado y que no has podido disfrutar algunos de tus años de juventud como realmente te merecías.
1. Haz una lista de prioridades
Si tienes la sensación de que el día se te queda corto y de que tienes demasiadas cosas que hacer, haciendo que vayas corriendo constantemente, quizás haya llegado el momento de hacer una lista de prioridades. Puede que disfrutes de todo lo que estás haciendo hasta el momento, pero que querer cumplir con todos estos objetivos no te permita dedicarte tiempo a ti mismo o disfrutar de la vida.
Por eso, hacerte una lista de prioridades te puede ayudar a escoger qué es lo que más te interesa realizar y dejar huecos para ti, haciendo así que no tengas la sensación constante de que tienes que correr para llegar a todo. La filosofía de vida slow no dice que dejes tus obligaciones de lado, pero sí que hagas una lista de prioridades para que te puedas ajustar el tiempo como precises, sin tener que hacer demasiadas cosas en un mismo día y pudiendo disfrutar de las acciones que realices, con el tiempo que precisan, sin prisas y sin nervios.
2. Rodéate de gente con una mentalidad slow
Todos vivimos en esta sociedad acelerada, por lo que seguramente que sean muchas las personas de tu entorno que tengan la sensación de que tienen que correr todo el día para llegar a todo. Los seres humanos somos animales sociales, por lo que no sabemos vivir en soledad. Sin embargo, rodearnos de ciertas personas también hará que se nos contagien sus actitudes y pensamientos, por lo que si quieres optar por una filosofía de vida slow lo mejor será que les ayudes también a saber cuáles son sus prioridades para que puedan tomarse la vida más despacio y disfrutar de la misma, de lo contrario su influencia podría impedirte que encuentres tú también esta serenidad que estás buscando.
3. Practicidad y orden ante todo
Recuerda que un hogar bien ordenado será sinónimo de una vida de un mismo modo. Por eso, será esencial que te deshagas de todas aquellas cosas que ya no utilizas, dejándolo más despejado y limpio. Tener todos los objetos en su lugar asignado te ayudará a encontrarlos con mayor facilidad, evitándote el momento de nervios y miedo de no encontrarlos.
Si quieres seguir una filosofía de vida slow deberás dedicarte tiempo para ti. A veces es bueno tener instantes en los que no sepas qué hacer, puesto que tener siempre algo pendiente puede generarnos mucho estrés. Aprovecha estos momentos para cocinar, meditar o bien leer, ya que estas acciones te ayudarán a conectar contigo mismo y a sentirte más sereno. Hacer tiempo para estas actividades te ayudará también a rendir mejor a la hora de realizar el resto de obligaciones, las cuales podrás hacer mejor si no te sientes tan nervioso y acelerado.
Así pues, la filosofía de vida slow es beneficiosa tanto para la salud física como mental de la persona que la realiza. Esto no significa que vayas a rendir menos y que dejes las obligaciones de lado, al contrario, hará que pongas mayor conciencia y atención en todo lo que haces, evitando errores por ir con prisas y poniéndole énfasis a las tareas que tengas pendientes al disponer de mayor tiempo y serenidad mental a la hora de realizarlas.