Del mismo modo que nos vestimos cada día con ropa que nos gusta y que transmite mensajes que hablan de nosotros a través de la vista; también acostumbramos vestir nuestras casas con elementos que nos gustan y nos representan. Al fin y al cabo una casa, para que sea realmente nuestro hogar, también tiene que estar a nuestra manera.
Colgar un cuadro es lo primero que se nos viene a la mente cuando queremos decorar cualquier estancia. Una habitación sin elementos decorativos suele generar sensación de vacío y no transmite ese 'calor hogareño' del que tanto gusta hablar. Seguramente alguna vez te ha pasado viendo algún reportaje sobre casas de famosos que tiene todo tan impoluto, paredes muy altas y blancas, todo perfectamente ordenador y te has dicho: "Aquí parece que no vive nadie."
Una forma sencilla de decorar
Fotos de uno mismo, retratos familiares, alguna referencia artística como el póster de una película, una lámina de una obra de arte que nos guste, una ilustración con la que nos sintamos identificados, etc, son ejemplos que se nos pueden ocurrir para colgar en nuestras paredes. Los cuadros son elementos decorativos muy versátiles y los hay de todas las formas y colores. Esto nos da la libertad de construir combinaciones cuantas queramos a la hora de montar una galería.
Esta solución suele ser bastante económica y, lo más importante, bastante rápida. Con un simple cuelga fácil podremos tener un cuadro en cuestión de segundos y no hará falta enmendar la engorrosa tarea de agujerear la pared con un taladro. Esta es mucho más agresiva, sucia, ruidosa y, por norma general, nunca acaba saliendo bien.
El problema de los agujeros
Es posible que ni siquiera queramos hacer un pequeño agujero en la pared, o no podamos, sobre todo si nuestra casa es de alquiler. Algunos propietarios especifican en sus contratos la prohibición de hacer cualquier tipo de agujero en sus paredes. Seguramente sea para que nos acabemos convirtiendo la pared del salón, por ejemplo, en un colador.
Pero esto tiene solución. No necesariamente hay que hacer un agujero en la pared para colgar un cuadro. Podemos utilizar distintos métodos para evitar esto. Un ejemplo es la cinta de doble cara. Hoy en día ya existe este tipo de material específico para colgar cuadros y son bastante eficaces, además de que las hay acordes para diferentes tamaños y con mayor o menor fijación. Las tiras de velcro son otra solución parecida y menos agresivas para la pared ya que, de querer despegarlas, estas no la dañará lo más mínimo. Algo que con la cinta de doble puede ocurrir, aunque no es lo más común.
Implica planificación
Algo muy importante si decidimos colgar un cuadro es pensarlo y planearlo bien antes de hacer nada. Es importante planificar el espacio, altura y, sobre todo, nivelación. Una tarea tan simple puede acabar siendo un auténtico desastre. Una idea muy práctica es que intentes construir la composición en el suelo. De esta manera tendremos referencia visual de cómo puede quedar luego e incluso calcular las alturas y distancias. Parece muy sencillo pero debemos plantearnos bien qué es lo que se quiere hacer.
Otra opción para no tener ni que pensar en agujeros o alguna alternativa a estos es colocar los cuadros sobre alguna superficie. Estanterías o baldas serían un ejemplo. De esta manera cubrirán igualmente espacio de la pared, que al fin y al cabo es la que se busca. Aunque parezca descabellado, colocarlos sobre el suelo es otra opción. Esta es ideal para cuadros de un tamaño considerable (y si son verticales, mejor) de manera que pase a ser un elemento decorativo que ocupa cierto espacio, como una mesilla, por ejemplo.
Alternativas a los cuadros
Pero hay mucha vida más allá de los cuadros. Otras opciones que podemos plantearnos son, por ejemplo, los vinilos. Con ellos conseguimos dar también un toque muy original y diferente a las paredes de cualquier estancia de nuestra casa. Además, tienen una serie de particularidades bastante interesante a tener en cuenta, y es que son muy económicos, se colocan con mucha facilidad, y al mismo tiempo también son muy sencillos de retirar, sin suponer mucho esfuerzo ni algún tipo de daño a la superficie.
Amante del minimalismo
Si esta corriente decorativa es tu alternativa favorita, estás de suerte porque ninguno de los problemas anteriormente comentados te preocuparán. Igual que para algunos una estancia sin elementos decorativos le resulta vacía e incluso impersonal; también puede ocurrir que una habitación excesivamente decorada te horrorice e incluso te produzca sensación de agobio. Al fin y al cabo los cuadros, por ejemplo, están aportando información y estímulos constantemente, algo que puede no ser de nuestro gusto.
Puede que simplemente con un toque de color sea más que suficiente para decorar. Además que los colores también transmiten información y generan distintos tipos de sensaciones; por lo tanto tiene una influencia (demostrada) sobre el estado de ánimo.