Ahorrar agua en casa o en nuestro jardín no es sólo importante para nuestro bolsillo, sino para un consumo más sostenible de los recursos del planeta. Para que seamos más conscientes de la importancia de tener acceso a un servicio tan básico como es el agua potable, está bien conocer que 783 millones de personas aún no tienen acceso a ella, es decir, unas 12 veces la población de España. Y es, independientemente del lugar en el que vivas, el agua es un tesoro.
El agua es un recurso escaso en el planeta por lo que tenemos que ser conscientes y vigilarlo lo máximo posible. Y es que no hay excusa para que en todos los huertos o jardines pueda ahorrarse agua con detalles muy simples porque, con un riego generoso, se puede lucir tanto un jardín precioso como un huerto floreciente. A continuación, algunos trucos para ahorrar agua en tu jardín con los mejores resultados:
Riego consciente
Para lograr un riego eficiente y de fácil aplicación tanto en pequeñas como en grandes superficies, lo único que hay que hacer es cambiar la mentalidad y ser consciente de lo que conlleva el consumo y gasto innecesario de agua. Es cierto que cada tipo de planta necesita unos cuidados distintos, pero la clave para esto es la organización de un riego manual para respetar las diferencias y poder llevar un control.
Lo conveniente es planificar un calendario, sabiendo la ubicación de las plantas e intentando colocarlas en zonas por necesidades de riego como húmeda, intermedia y seca. Así se podrá automatizar el riego de forma selectiva y ahorrar en el consumo de agua.
Opta por el sistema de riego por goteo
Es cierto que el sistema de riego por goteo necesita más revisiones constantes y realizar los ajustes necesarios, pero también es más eficiente. Y es que las mangueras solo hay que intentar utilizarlas en caso de que sea imprescindible. Es mejor utilizar un cubo o una regadera para regar las plantas que se encuentren en macetas y jardineras. Por otro lado, no olvides ajustar los aspersores para que no se muevan por todos lados. Procura que el agua solo caiga en la zona de riego.
Reutiliza el agua de la lluvia
Una buena manera de reutilizar el agua es recoger la que cae de la lluvia, ya sea bien con un simple cubo o sacando las plantas al exterior. Sin embargo, existe otra solución quizá no tan conocida como son los barriles de lluvia. Estos barriles tienen un agujero en la parte superior para que el agua fluya y un interruptor de encendido o apagado en la parte de abajo con el que puede reutilizar este agua. Lo más normal es colocarlo junto a las tuberías bajantes que llevan el agua desde el tejado hasta su interior directamente.
Lo mejor es que, aunque puedes comprarlo, también puedes hacerlo tú mismo, pero tienes que tener cuidado de que el orificio de entrada esté cubierto por una malla fina para que los escombros o las crías de mosquitos no entren. Para que te sea más útil, puedes elevar el barril para que puedas regar con facilidad, pues el peso del barril, debido a la gravedad, hará que se caiga cuando esté lleno.
Sin embargo, si tienes muchas plantas en el jardín, puedes optar por cisternas o depósitos de mayor capacidad. Algunos son flexibles, tipo bolsas, y puede encontrarlos en una multitud de tamaños. Se recomiendan para lugares donde hay mucha lluvia porque así se pueden ir llenando para ir usando ese agua durante todo el año.
Saca el máximo partido a cada gota
En cuanto a sacarle el máximo provecho al agua, es curioso que el agua reutilizada en el riego no necesite una salubridad igual a la del agua potable para ser de utilidad. Y es que por ejemplo, si lo que quieres es regar las plantas que tengas en el interior de tu hogar o alguna maceta o jardinera, el agua fría que se gasta mientras esperas que salga la caliente para hervir verduras o para darte un baño puede ser muy útil para ello, además de ahorrativo.
A tener en cuenta
- Procura regar temprano para que la planta pueda soportar el calor el resto del día. Así, sus hojas se secarán antes y habrá menos posibilidades de enfermedades y hongos debidos a la humedad. Puedes utilizar un rociador de spray para no malgastar agua.
- Si las plantas no están en la sombra, intenta regar a primera hora del día o por la noche para evitar la radiación solar en sus momentos de más esplendor. Así, prevenimos la evaporación del agua.
- Plantéate reemplazar el césped si está luchando continuamente por crecer en lugares situados bajo árboles o en una zona en la que sea difícil cortarlo. El césped tiene que tener un lugar adecuado para crecer libremente y sin impedimentos.
- Coloca las plantas que más agua necesiten en el borde del césped.
- Opta por mangueras de riego por goteo porque son más eficientes debido a que el agua se suministra directamente a las raíces. Además, gracias a unos pequeños agujeros que tienen, el agua puede caer más lentamente. Lo mejor es que no se pierde el agua porque se evapora antes de tocar el suelo.
- Acolcha el suelo para evitar la evaporación de la humedad. Lo ideal es poner una capa profunda de entre 2 y 3 pulgadas de hojas picadas, mantillo orgánico, cortezas, paja de pino o abono de siembra.
- Apuesta sobre todo por el mantillo porque es el recurso número uno para conservar la humedad del suelo, mejorar el entorno para el crecimiento de las raíces y evitar la evaporación. Lo mejor es que se descompone y mejora el suelo, lo que le permite absorber más agua.
- Elimina las malas hierbas puesto que son grandes competidoras por el agua.
- Un importante gesto ecológico para potenciar la biodiversidad en tu jardín es informarse sobre qué plantas autóctonas están en peligro de extinción o comprar aquellas plantas típicas de tu zona para fomentar la flora local y que insectos y pequeños animales se sientan atraídos por ellas.
- Elige siempre aquellas plantas que tiendan a aguantar las condiciones más secas.
- Toda nueva planta sembrada, aunque sea tolerante a la sequía, necesita ser regada de forma regular hasta que se haya establecido en condiciones durante el primer año.