Después de un largo periodo de tiempo meditando por fin te decidiste, vas a darle un cambio de imagen a tu casa. Lo primero que piensas es, qué puedes cambiar que sea sencillo de realizar y no requiera un coste económico muy elevado, quizás tus primeras opciones sean pintar las paredes, el techo, darle un aire nuevo a tus muebles, o incluso cambiar el suelo. Quizás esta última opción sólo pensamos que la pueden hacer los expertos en bricolaje, pero no, hoy vamos a enseñarte cómo colocar una tarima.
Las tarimas de madera consiguen cambiar por completo el diseño de nuestra casa, aportan un plus de confort, elegancia y más ambiente de hogar. Por todas estas razones, la tarima flotante es la más destacada dentro de la amplia gama de este tipo de pavimentos que encontramos en el mercado, su auge se debe a lo cómodo y sencillo que resulta colocar dicha tarima en casa. La instalación de la tarima es una tarea fácil y sencilla, que se puede realizar con clavos, clips o incluso adhesivo. Sigue leyendo para enterarte de cómo colocar una tarima en casa. ¡Manos a la obra!
Cómo hacerlo
Siempre están en las revistas de decoración e interiorismo, los suelos de madera o tarimas son todo un must have, además de la comodidad y confort que aportan al hogar, este material también da un toque muy hogareño.
La tarima experimentó un auge allá por los años 80, durante esa década todas las tiendas especializadas en carpintería comenzaron a venderlas masivamente. Hoy en día sigue junto a nosotros, y es que la tarima reina en muchos hogares gracias a su precio asequible, su fácil limpieza, comodidad, pero también, gracias a su facilidad de montaje.
Si piensas que colocar una tarima solo es cosa de expertos en carpintería, te equivocas. La tarima, a diferencia del parqué, se instala flotando sobre una capa de aislante (foam), mucho más sencillo que los sistemas de enclavado del parqué tradicional. La tarima solo necesita un suelo seco y nivelado para su correcta colocación, no hace falta obras ni tampoco picar el suelo. A diferencia de otras opciones de suelo, la tarima se puede usar justo después de su colocación, sin que ésta se altere en absoluto.
Existen muchas variedades de tarima, pero solo dos grandes grupos según el material empleado; madera real o sintética. Ambas opciones son bastante aconsejables, pues siguen siendo más económicas que el parqué.
¿Qué vamos a necesitar para colocar una tarima?
Herramientas:Martillo, sierra de calar, lijadora, palanqueta para tarima, hoja para madera y falsa escuadra.
Materiales:Láminas de tarima flotante, aislante, zócalos, adhesivo de montaje y cinta adhesiva.
Lo primero que tenemos que hacer antes de colocar la tarima es comprobar que el suelo esté limpio, seco y nivelado. En caso de que no esté nivelado, tendremos que aplicar una pasta niveladora para igualarlo. A continuación, debemos forrar todo el suelo con unas tiras de espuma de polietileno, para aislarlo acústica y técnicamente.
En las uniones de las tiras de espuma, tendremos que colocar la cinta adhesiva para que estas queden bien selladas y juntas. Tras esto, comenzamos a colocar las láminas de madera por un extremo de la habitación. Es importante dejar una junta de dilatación de 15 mm en todo el perímetro, para ello puedes ayudarte de una cuña.
Para las esquinas es importante que utilicemos la sierra de calar para medir correctamente, y posteriormente cortar manteniendo la junta de dilatación. Para colocar la segunda lámina nos ayudaremos de la falsa escuadra para tomar las medidas pertinentes, marcar y cortar.
Si utilizamos un sistema de clip no necesitaremos adhesivos para unir las láminas. Procediendo de la misma manera colocaremos el resto de hileras de madera. Una vez cubierta toda la estancia, tendremos que retirar las cuñas y colocar los zócalos. Para fijar las piezas del rodapié a la pared tendremos que ayudarnos de un adhesivo de montaje y aplicarlo en la parte posterior del mismo. De esta manera nos aseguramos que la junta de dilatación quede cubierta.
Para terminar, es conveniente que extendamos por toda la tarima un producto de conservación de la madera, para que nuestra tarima nos acompañe durante muchos años y no se vea estropeada por el paso del tiempo. Ahora ya tendríamos que tener una tarima perfectamente colocada sin necesidad de un experto en carpintería.
Para conservar correctamente la tarima, es importante que la limpiemos con poco agua, y la sequemos muy bien inmediatamente para evitar que se filtre la humedad entre las tablillas. Recordar que es recomendable calzar todos los muebles con almohadillas de fieltro para evitar las rozaduras al arrastrarlos. Así como también, tener mucho cuidado con el calzado en el interior de la casa, descalzarnos si es preciso, pues las piedrecitas que se quedan atrapadas a la suela de los zapatos pueden llegar a rayar el parqué.