Desde que todo el mundo vio a Julia Roberts bañarse en esa inmensa bañera en 'Pretty Woman', tener un cuarto de baño inmenso ha sido el sueño de gran parte de la población. Sin embargo, la realidad es bien distinta y la mayoría de los aseos de la gente de a pie suelen ser bastante reducidos.
Pero esto no tiene por qué convertirse en un problema a la hora de tener un baño bonito, accesible y cómodo. Con un poco de orden y creatividad, podrás sacar el máximo partido a tu aseo y hacer de él la mejor estancia de la casa.
Todo en orden
El baño es, junto a la cocina, una de las estancias de la casa que más tránsito alberga. Todos los miembros del hogar empiezan ahí su día, y dentro de esta sala llevan a cabo acciones bien distintas. Desde lavarse los dientes hasta peinarse, casi todos los rituales que se realizan antes de salir de casa tienen lugar en el aseo.
Por ello, es indispensable mantenerlo siempre ordenado y con cada cosa en su lugar. Si tienes un baño pequeño, lo más seguro es que el espacio de almacenaje sea reducido, por lo que puede resultar complicado mantener los utensilios guardados en un sitio concreto. Si es así, opta por armarios que tengan poco fondo y mayor altura, colocando arriba del todo los menesteres que menos utilices y reserva los estantes inferiores para todo aquello que uses a diario.
Aprovecha cada rincón de la habitación para convertirlo en un posible lugar en el que guardar objetos. Los ganchos se convertirán en tu mejor aliado, ya que pueden ser utilizados para cualquier cosa: colgar toallas detrás de la puerta, enganchar en la la pared cestas o recipientes para guardar jabones, pasta y cepillos de dientes, peines y todo tipo de productos de higiene diaria, o suspender de ellos el secador y la plancha para disponer de más espacio dentro de las cómodas.
El clásico espejo-armario nunca falla a la hora de optimizar el espacio en un cuarto de baño pequeño. En él, se pueden guardar utensilios de todo tipo que siempre se tendrán a mano cada vez que se necesiten: cortaúñas, medicamentos, peines o productos para el pelo, todo tiene cabida en este mueble que no pasa de moda. También puedes aprovechar cada centímetro de pared para instalar estantes individuales y colocar sobre ellos los objetos más pequeños, como frascos de perfume, cremas o cosméticos.
Por otro lado, los muebles flotantes funcionan perfectamente en baños de tamaño reducido, ya que demás de ofrecer un toque de modernidad, permiten ahorrar espacio para colocar debajo cestas o cajones extra que pueden utilizarse para guardar toda clase de menesteres.
La importancia de la luz
Como en todas las estancias del hogar, la iluminación cumple un papel fundamental dentro de la decoración de un cuarto de baño, y más aún si se trata de uno pequeño. Como siempre, la luz natural siempre será la mejor opción a la hora de alumbrar tu aseo. No cubras la ventana con cortinas oscuras o muy gruesas y no coloques muebles u objetos delante de ella, ya que cualquier habitación con un claridad abundante siempre parecerá más grande.
Por ello, opta siempre por tonos claros para elegir el estilo de tu aseo. Recuerda que el blanco no es el único color que puede aportar brillo de más, siendo el azul celeste o los colores pastel igual de efectivos en este sentido, y también otorgará a tu baño algo de alegría y bienestar. Del mismo modo, los espejos son muy útiles a la hora de aumentar la sensación de espacio, además de ser un elemento indispensable en el servicio. Un gran espejo de pared funciona de maravilla en un aseo pequeño, ya que no ocupa espacio y ayuda a reflejar la luz.
¿Ducha o bañera?
Como es lógico, una ducha de obra se convierte en la mejor opción para aprovechar cada centímetro de un baño pequeño. Lo ideal sería que se encontrara al mismo nivel del suelo, para poder colocar estantes dentro y acceder libremente a ellos cuando nadie se esté lavando. Olvídate de la vergüenza e instala mamparas de cristal completamente transparentes, para no perder espacio visual y fomentar el paso de la luz. Además, intenta mantenerlas siempre abiertas cuando no haya nadie dentro, asegurándote de que no se entorpece el paso o el movimiento.
Pero si eres de los que prefieren darse un relajante baño de burbujas, también puedes disfrutar de ese momento de tranquilidad aunque tengas un aseo en el que escasean los metros cuadrados. En este caso, lo mejor es colocar la tina a una altura superior a la que está el resto del baño. Además de proporcionar un aspecto moderno y elegante, se podrá aprovechar el escalón para colocar toallas, geles u otros productos que necesitaremos durante el baño.
Si no quieres desperdiciar el espacio que ocupa la bañera, puedes colocar sobre ella una práctica tabla corredera, sobre la que colocar todo tipo de objetos. Incluso te puede servir de soporte para colocar el ordenador y disfrutar de una película o serie mientras gozas de un fantástico baño de agua caliente.
Como ves, las posibilidades para hacer de tu baño pequeño un rincón más cómodo y usable son infinitas. Con un poco de imaginación y creatividad, podrás compensar los metros que le faltan y convertirlo en la habitación favorita de la casa.