La Navidad suele ser una de las épocas del año que más opiniones enfrentadas provoca: por un lado, están aquellas personas a las que no les hace especial ilusión y que, de hecho, esperan que los días de fiesta pasen lo más rápido posible y, en el lado opuesto, están los que disfrutan al máximo rodeados de adornos, calles decoradas con luces, comidas familiares y regalos. Precisamente, si por algo se caracterizan estas personas es por su espíritu navideño, del que no dudan en hacer gala en cuanto el frío y los primeros resquicios navideños se dejan ver en calles, tiendas y televisiones.
Pero, ¿cómo lo demuestran? Sin duda alguna, una de las bazas principales a las que solemos recurrir para empaparnos de dicho espíritu es la decoración navideña de nuestro hogar. No hace falta tener una casa enorme a semejanza de las que se suelen ver en las películas navideñas, sino que, si tu hogar es más modesto, debes saber que también puedes contagiar tu pasión por la Navidad y darle un toque original no solo en la intimidad de tu hogar, sino también al exterior del mismo gracias a estos sencillos trucos.
1.Luces y acción
Las luces son uno de los accesorios principales, por no decir el más importante, de la decoración navideña. En los últimos años se ha convertido en el adorno más solicitado, y es que, gracias a ellas, puedes dotar de color a un espacio reducido como puede ser el marco de una ventana o el largo de una terraza. Lo más recomendable a la hora de colocarlas es que optes por los colores típicos de esta época: el blanco, el verde y el rojo.
Ten en cuenta, además, que las posibilidades de colocación son tantas como te imagines: puedes enrollarlas a través de la barandilla de una terraza o en el caso de que tan solo tengas una ventana y no puedas colocar nada en el exterior, pero quieras que desde fuera tu casa rebose Navidad por todas partes anota el siguiente consejo. Es tan fácil como que las coloques en el interior de la estancia, pero rodeando la ventana, de manera que, las bombillas o los pequeños LED se dejen ver por el cristal, mientras que el cable que las une quede tapado por el marco de la ventana.
2.Bolas, nieve y plantas personalizadas
La Navidad bien podría resumirse en tres colores: rojo, verde y blanco, como bien ya hemos mencionado en líneas anteriores. De manera que, la combinación de objetos con estas tonalidades le va a dar una apariencia navideña al exterior de tu hogar con total garantía. Por ejemplo, si optas por recurrir a adornos más bien discretos, ¿por qué no crear tus propias plantas de Navidad?
Para ello hazte con una maceta roja y rellénala de lo más típico en esta época: el musgo. Si crees que a simple vista queda un poco soso, también puedes decorar dicha maceta con pequeños motivos blancos o, incluso, simular nieve como si esta hubiera caído sobre la planta. Cada vez son más personas las que optan por la nieve artificial, la cual puedes comprar o hacer con tus propias manos: tan solo necesitas mezclar en un cuenco 3 vasos de bicarbonato de sodio con agua fría, la cual deberás ir añadiendo poco a poco hasta conseguir la textura deseada.
Y si no quieres complicaciones y lo tuyo son los básicos, entonces los siguientes adornos serán sin duda alguna los protagonistas de la decoración navideña de tu casa. Por un lado, puedes recurrir al típico Papá Noel o los Reyes Magos que escalan por la ventana o comprar el rotulador blanco con el que podrás pintar los cristales sin temor a estropearlos: dibujos tan comunes como estrellas, pequeños muñecos de nieve o frases como "Merry Christmas" y otros adornos se suelen llevar la palma en estos casos. Ahora bien, si te decantas por algo más, las bolas de colores son la solución: las puedes colocar entre las plantas de una maceta o usar la misma técnica que hemos descrito antes para colocar luces desde el interior y que se vean desde fuera.
3. Y si puedes, hazlo a lo grande
Ya has visto que la decoración navideña para el exterior es perfectamente posible, no necesariamente para una casa pequeña (que también), sino para cualquier piso cuya visibilidad exterior apenas se limita a un balcón o una ventana. Ahora bien, si dispones de un chalet o una casa de dimensiones parecidas, es toda una suerte, porque las posibilidades para la decoración son infinitas.
En primer lugar, ¿qué sería de la Navidad sin un árbol? Lo más recomendable es que lo coloques a un lado del jardín a modo de bienvenida para tus invitados y, si te encanta el color, decóralo con bolas de colores o espumillones. Ahora bien, para que la decoración sea bonita y elegante cuenta con que debe tener un motivo, es decir, no juntes colores sin lógica alguna. Por ejemplo, mezcla tonalidades blancas y doradas o azules y plateadas. Lo mismo ocurre con las coronas navideñas, le darán un toque muy navideño a la puerta de casa y siempre es un buen recurso si llamar la atención no es lo tuyo.
Sin embargo, para los más valientes sobran las opciones: desde un Papá Noel a modo de gnomo de jardín (aunque claro está, con mayores dimensiones), hasta un muñeco de nieve o numerosas luces con las que conseguirás atraer la atención de todos los vecinos. En este sentido, hay dos opciones: por un lado, colocarlas en la parte superior y alrededor de todo el perímetro de la casa con pequeños LED naranjas o rojos o, si por el contrario quieres que resulte más económico, trenzarlas alrededor del porche o simplemente extenderlas sobre una pequeña cornisa de la entrada.
Como habrás podido observar, la decoración exterior de cualquier hogar para la época navideña no supone ningún problema, tan solo hay que adaptar los materiales y adornos disponibles a cada una de las superficies, además de no olvidar la paleta tricolor por excelencia para Navidad: rojo, blanco y verde.