La Pascua es una festividad cristiana que se celebra el tercer día después de que Jesucristo haya sido crucificado. Lejos de todo lo relacionado con la religiosidad existe otra tradición gastronímica, los huevos de Pascua. Por lo general los huevos que se toman en estas fechas, al menos en el cristianismo, suelen ser de chocolate, pero más allá del consumo de un alimento con esta forma, está la tradición decorar la cáscara de huevo de una manera original. En Europa se mantiene la costumbre que data desde la Edad Media de adornar huevos con teñidos y pintados.
Cómo decorarlos
Lo primero que tienes que hacer es preparar los huevos que vas a pintar, por un lado puedes hervirlos si se trata de una decoración puntual, pero si quieres hacer una decoración permanente lo mejor es vaciar su interior. Dependiendo de la elección que hayas hecho, deberás hacerlo de una manera o de otra.
Decoración de un huevo cocido
Una vez hervido el huevo durante ocho o diez minutos, tienes que dejarlo enfriar y secarlo muy bien con papel absorbente. El siguiente paso es teñirlo. Si quieres que adquiera un color en concreto, debes echar en una taza una cucharada de colorante alimenticio y dos cucharadas de vinagre.
Puedes crear tú mismo el colorante, echando agua en un caco al hervir los huevos ingredientes naturales como las espinacas, que pueden darle un toque verde, remolacha si quieres conseguir un color morado o azafrán para el amarillo. Si quieres que se quede marrón puedes echar café o arándonos para el color azul. Este proceso de cocción tiene que durar entre diez y quince minutos.
Si vas a pintar directamente sobre el huevo, puedes optar por echar primero una capa blanca para ir haciendo diferentes dibujos y estampados. Realmente la decoración de los huevos de Pascua es todo un arte que lleva muchos años siendo realizada.
Decoración de un huevo vacío
Si optas por decorar uno así, evidentemente lo primero que tienes que hacer es vaciarlo. Para ello tienes que hacer con muchísimo cuidado dos agujeros en cada extremo del huevo con ayuda de un alfiler. Vuelca poco a poco el contenido del mismo, puedes soplar por el agujero o ayudarte de un palito para ir empujando la clara y romper la yema para extraerla mejor.
Una vez vacío, lávalo muy bien y sécalo con papel. Aunque corres el riesgo de que se te rompa, es la mejor opción si deseas conservarlo durante mucho tiempo. Lo que puedes hacer es sujetarlo para pintarlo introduciendo un palillo en el huevo vacío y clavándolo en alguna superficie de corcho.
Puedes teñir el huevo introduciéndolo en un vaso de plástico lleno hasta la mitad con un poco de pintura de color, vinagre y agua tibia. Si quieres que el efecto de color sea borroso añade un poco de aceite vegetal a la mezcla. Otra opción es que pintes la base con una capa de pintura o con spray de colores. También puedes usar pintura acrílica o un pincel. El huevo no solo lo puedes decorar con pintura, también puedes pegar lentejuelas, fieltro, cintas o hilo. Es importante deja secar los huevos en el mismo cartón de huevos en que el que vienen para que todos los adornos queden bien fijos.