Elegir un colchón no es tarea fácil pues todo dependerá de los gustos de la persona y de si tiene problemas de espalda. Hay que tener en cuenta todas las características del colchón, porque es fundamental tener un buen descanso ya que si no se elige el colchón adecuado puede provocar insomnio y dolores de espalda. Para ello, siempre es aconsejable probarlos en el establecimiento aunque no será hasta que se duerma en el cuando se sepa si es el colchón adecuado o no. También es importante ver el tipo de garantía que tiene para así poder cambiarlo por otro en el caso de que no se adapta a nuestras necesidades.
Estos son solo algunos los factores a tener en cuenta para poder tener un sueño placentero, profundo y reparador, por eso es importante la elección de de un buen colchón. Elegir un colchón es algo subjetivo, pues no a todas las personas les puede servir el mismo modelo o preferencias y hay que probarlo uno mismo no vale que vaya alguien de nuestro entorno porque lo que a nosotros nos parece bueno a la otra persona no y viceversa.
Cómo elegir un colchón
Se pueden escoger los colchones en función de diversas características para que así se pueda optar a un buen descanso. No debe ser una decisión precipitada y coger el primer colchón que parezca que se asemeja a nuestros gustos. Hay que preguntar en tienda todas las características, e incluso probarlo detenidamente. También hay que tener en cuenta que no bastará solo con sentarse en el colchón para ver si es el que buscamos, es necesario y fundamental tumbarse durante unos segundos para ver que postura adapta el cuerpo y ver si estamos cómodos. No obstante, hay que tener en cuenta las siguientes características para elegir el colchón adecuado.
- En función del peso y de la estatura. Para aquellas personas que tienen un mayor peso, lo más recomendable es escoger un colchón más firme para que ofrezca la sujeción adecuada y el colchón no se hunda. Por otro lado, aquellas personas de menor peso necesitarán por su tipo de constitución un colchón más flexible.
Por otro lado, en cuanto al largo del colchón siempre es mejor o al menos debería ser 10 centímetros más largo que la altura que se tenga. El grosor, también se tiene que tener en cuenta, y para asegurar el confort debe tener unos 15 centímetros.
- En función de si se duerme solo o con compañia. Para aquellas personas que vayan a dormir solas, una cama de 90 o 110 es suficiente, mientras para aquellas que duerman acompañadas lo ideal es tener un ancho de 1,40 o 1,60 centímetros. En pareja siempre es mejor tener un colchón que absorba bien el movimiento, de tal manera que no molesten a la otra persona los cambios de postura. Los que mejor se adaptan a esta característica son los de viscoelástica, látex y muelles embolsados.
- En función de la postura que se duerma. En el caso de que se duerma boca arriba, el colchón que mejor conviene es uno más bien duro, para así evitar las malas posturas de la columna vertebral. Si se duerme de lado, la dureza deberá ser intermedia para que así el cuerpo se adapte perfectamente en el colchón. Y si se duerme boca abajo, el colchón deberá ser blanco para evitar malas posturas en la zona del cuello.
- En función del movimiento. Aquellas personas que se muevan mucho durmiendo necesitarán un colchón firme para que le permita moverse sin esfuerzo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no debe ser muy duro porque podría afectar a la espalda y el cuello. Por el contrario, aquellas personas que no se muevan mucho, más bien poco, la elección del material y la dureza se regirá por la postura que se tenga en cuentaal dormir (véase en el punto anterior).
- En función de la temperatura. La transpirabilidad es un punto a tener en cuenta, ya que dependiendo del tipo de material puede dar más calor o menos. Para aquellas personas calurosas, los colchones de muelles son los que ofrecen mayor transpirabilidad y son más frescos. Por el contrario, los colchones realizados con materiales como el látex o viscoelásticos guardan mejor el calor.
¿Cuándo cambiar el colchón?
El colchón irá perdiendo sus propiedades conforme avance el tiempo. Al igual que de primeras, un colchón nuevo siempre será más duro. Es decir, no será hasta pasado un tiempo cuando realmente el colchón muestre sus características ya que se tiene que ablandar en cualquiera de los casos. El colchón tiene una vida útil generalmente de unos diez años. En el caso de que el colchón muestre síntomas como por ejemplo, hundimiento es señal de que hay que hacer un cambio antes de tiempo. Si la calidad del sueño disminuye también hay que plantearse cambiar de colchón.