El encaje de bolillos, un tipo de encaje de confección artesanal y tradicional, es todo un arte que no pasa de moda y sigue en auge año tras año. Tanto si lo practicas como si no, es algo muy curioso y provechoso de ver cómo se trabaja. Y es que se trata de una técnica transmitida de madres a hijas que, si se conserva adecuadamente, supone un afianzamiento de que este tipo de encaje seguirá en el tiempo y no caerá en desuso.
Lo mejor es que en muchas ciudades de España como Almagro, Cataluña o Camariñas, se llevan a cabo encuentros de bolillos en los que puedes ver a las encajeras trabajar y, además, puedes comprar sus obras de arte. A continuación, toda la información necesaria para conocer bien la técnica del encaje de bolillos:
¿Qué es el encaje de bolillos?
Se trata de una técnica de encaje textil que consiste en entretejer hilos que están enrollados en bolillos para manejarlos mejor. Conforme el trabajo va avanzando, el tejido se sujeta con alfileres clavados en una almohadilla, también conocida como mundillo, sobre la que se encuentra el patrón de agujeros generalmente de cartón, que también recibe el nombre de picado, que es lo que va guiando el diseño que va a tener el encaje.
Historia del encaje de bolillos
Fue entre el año 1500 y el 1700 cuando se inventaron una gran variedad de tipos de encaje, aunque las máquinas bordadores automáticas no tardaron mucho en estar disponibles cuando en 1806, John Heathcoat la diseñó.
Este aparato sirvió de incentivo a los artesanos para que desarrollaran diseños más complicados que las máquinas no podían llevar acabo para así no perder sus puestos de trabajo y no ser sustituidos por estos aparatos. Sin embargo, esto no sirvió para mucho porque la mecanización hizo que muchos trabajadores perdieran sus puestos.
Actualmente, esta tarea de hacer encaje de bolillos ha vuelto a ser popular y es considerada como un hobby. Además, sirve para reunir a aquellas personas a las que les gusta el encaje, pues quedan y trabajan juntas mientras dialogan y conversan, algo que es muy bueno para la socialización.
En países como Inglaterra, Bélgica, España y Francia, lugares donde esta industria ha sido alguna vez en el tiempo muy importante, todavía hay muchas encajeras que muestran su arte y venden sus mercancías, aunque es cierto que ya no se consigue vender como se hacía antiguamente. Antes, la nobleza más rica era la que adquiría estos productos en su mayoría, y ahora es el turista curioso el que compra estas cosas.
Los estilos de encaje más conocidos
Como sabemos, existe una gran variedad de estilos de encajes, pero los más famosos o populares en todas partes son:
Elementos del encaje de bolillos
Los elementos y materiales básicos para la elaboración del encaje son:
- La almohadilla: Es el elemento más importante porque es donde trabajaremos. Esta pieza podemos ponerla sobre un cabellete o un soporte especializado para esta tarea, que serán las mejores opciones porque se trabaja de una manera mucho más sencilla. Aun así, también podemos apoyarla sobre una pared o sobre una mesa.
- Los bolillos: Son unos instrumentos de madera con los que haremos en sí el encaje. El hilo se enrollará en la parte superior, que es la más fina. Es necesario utilizar dos bolillos que sirvan como pareja.
- Los separadores de bolillos: Serán vuestros grandes aliados y se utilizan para apartar los manojos de bolillos que molestan a la hora de realizar el trabajo. No te preocupes por el tamaño porque hay una gran variedad.
- Los alfileres: Los mejores son los de cabeza de cristal porque son ideales para los extremos y para que quede un trabajo más redondeado. Los alfileres normales se utilizarán para el resto del trabajo.
- Las hebras: Trozos de hilo, normalmente corto, que se ensarta en una aguja para coser o bordar.
- Los dedales: Se trata de un instrumento utilizado en costura que sirve para empujar la aguja cuando se da una puntada. Es un cubilete de pequeño que se mete en uno de los dedos de la mano, generalmente en el anular o el corazón y se utiliza para ejercer presión sobre la aguja en el proceso de costura.
- El dibujo: Es el patrón que vamos a ir siguiendo con los hilos para obtenerlo finalmente en forma de encaje.
- El bolsillo: También conocida como pequeña bolsa de tela donde la encajera guarda los bolillos
- El acerico de serrín: utensilio que sirve para colocar los alfileres y tenerlos más a mano.
- Los hilos: Para el encaje de bolillos se pueden utilizar hilos finos o gruesos, de color blanco, negro o de cualquier otro color, aunque el más típico es el blanco. En el pasado, esta técnica se llevaba a cabo con otros materiales como seda, lino o lana, hasta que se acabó utilizando el algodón. Sin embargo, también existe la opción de utilizar hilos de metales preciosos, alambres y otros filamentos, incluso con una gran variedad de fibras sintéticas.
Además de todo esto, también necesitarás picadores, dudir, manipuladores de aguja, pasadores... Y es que, aunque te parezcan muchos instrumentos para llevar a cabo esta labor, merece la pena contar con todo este material para conseguir unos trabajos de profesional que serán dignos de admirar.
Por último, entre los diseños que se pueden realizar, hay tejidos de trenzas, de puntillas, de cuadros, de rellenos o de redes. Sin embargo, no todos los tipos de encaje de bolillos incorporan esos elementos.
Tipos de bolillos
Como bien hemos dicho anteriormente, los bolillos son imprescindibles para realizar el encaje de bolillos, y hay una gran variedad. En primer lugar, estaría el bolillo catalán, que es un tipo de bolillo muy conocido desde hace varios siglos y que se puede encontrar sin problema alguno en cualquier tienda especializada. Los mejores son lo de madera de boj.
Por otro lado, también existe el bolillo gallego, que es diferente al catalán. En este caso es más gruesos que los anteriores y un centímetro más corto. Los mejores bolillos gallegos también son lo de madera de boj.
Por último, se pueden adquirir los bolillos artesanales fabricados con distintas maderas como madera de roble, de sapelly, de nogal o de mobila. Aun así, hay muchísimos más tipos y modelos dentro de cada madera. Solo queda ponerse manos a la obra y hacer grandes labores.
Almagro, pueblo icono del encaje de bolillos
El encaje de bolillos supone un testimonio extraordinario de la supervivencia de artes y oficios populares, conformando un exponente de la tradición que permanece prácticamente en sus contextos originales. Aunque llegado de territorios de una Europa diferente en costumbres y lenguas, estas muestras tan delicadas y elegantes son parte de la forma de ser manchego.
Por ello, el encaje de bolillos es una de las artesanías tradicionales de Almagro, localidad de Ciudad Real declarada Conjunto Histórico Artístico con mucho encanto e historia, a la vez que una seña de identidad, introducida en el siglo XVI gracias a la influencia de los fúcares.
En el año 1766, la producción se regularizó y se organizó gracias al empresario Manuel Fernández y a su mujer, que contaban con más de 140 mujeres trabajando para ellos. En este tiempo, el encaje de Almagro se convertía en uno de los más conocidos de España, contándose entre los mejores del mundo y dirigiendo parte de su producción a la exportación a otros países.
Por ello, el encaje de bolillos está muy presente en este municipio manchego. Nada más entrar en Almagro hay una rotonda con la estatua de una señora haciendo encaje, símbolo icónico de la localidad. Además, en la Plaza Mayor del pueblo podrás encontrar varias tiendas en las que adentrarte en esta peculiar tradición y en las que disfrutarás de todo tipo de objetos realizados con esta técnica: manteles, cojines, paraguas, collares, pulseras, mantas, cortinas... Seguro que no podrás evitar la tentación de llevarte un recuerdo a casa.
Aunque bien es cierto que esta actividad manual artesanal ha caído en el olvido y en desuso, Almagro sigue intentando mantener y fomentar esa tradición durante todo el año con la celebración de cursos de encaje, encuentros de encajeras a nivel nacional y con actos y exposiciones en el Museo del Encaje y la Blonda de Almagro. También, el 14 de Junio de cada año se celebra el Día de la Encajera.
Aun así, el encaje de bolillos es un aporte complementario de ingresos para la economía familiar, pues se estiman que son más de 9.000 mujeres las que trabajan el encaje en Almagro y su entorno.