No se puede negar que cuando vamos por la calle y vemos algún espectáculo de marionetas o títeres nos quedamos mirando. Estos pequeños muñequitos se convierte en algo muy especial, incluso se puede decir que tienen vida por sí mismos. También podemos decir que son muy divertidos y con un aspecto muy llamativo.
Las marionetas llevan muchos años acompañando también a familias, pues se pueden convertir en un juguete más, al que tener siempre cerca. Si eres de aquellos aficionados a estos muñecos, desde Bekia te vamos a proponer algunas ideas para que puedas realizar tus propias marionetas como si fuera una manualidad y con un resultado increíble.
Crear marionetas muy reales
La primera opción que te vamos a proponer es todo un reto. Se trata del modelo de marionetas más complejo y difícil de los que te vamos a contar, pero también el que tendrá un resultado muy espectacular. Por tanto, ten paciencia y dedícale unos cuantos días a fabricar estos muñequitos a modo de manualidad y que van a dar vida a tu casa.
Lo primero que debes hacer es coger un folio y un lápiz o bolígrafo, pues es esencial hacer un pequeño esquema de cómo va a ser la marioneta. Solo tienes que dibujar las líneas básicas del cuerpo, que nos van a ayudar a la hora de comenzar a dar forma.
El siguiente paso es uno de los más complicados. Necesitas alambre, o un material parecido, y unos alicates. Se trata de ir uniendo trozos de alambres para dar forma al cuerpo. Es decir, para un brazo corta dos trozos y únelos haciendo un pequeño enganche con los alicates, como si fueran articulaciones. Esto es importante porque permitiremos con ello que después la marioneta adquiera una buena movilidad. Así hasta que tengas todas las partes que completan el cuerpo de la marioneta. Tampoco es necesario una gran complicación, pues la cabeza basta con que sea un circulo y la parte de arriba del tronco un rectángulo.
Ahora es el momento de comenzar a dar volumen al cuerpo. Este paso es tan sencillo como forrarlo todo de papel de aluminio. Así vas cubriendo todos los alambres y creas una marioneta con cuerpo. Eso si, que no se te olvide que las marionetas también tienen forma, por lo que no debes hacer un cuerpo plano. Sin embargo, nuestra marioneta no puede tener un aspecto tan reluciente y brillante, por lo que hay que tapar también el papel albal. Para ello te aconsejamos que utilices masilla blanca, que se seca al aire libre. Este paso es importante, porque es el que realmente va a dar forma a la marioneta, por lo que no te olvides de dibujar todas las partes de la cara (nariz, ojos, boca, etc), así como los dedos de las manos y pies, y otros detalles del cuerpo que quieras incluir. Puedes ayudarte de un cuchillo o un palillo para que esos retoques sean más finos. Una vez que hayas acabado, deja secar la masilla completamente.
Llega el momento de poner el color a la marioneta, es decir, de pintar. No puedes negar que ya va cogiendo forma y aspecto, pero la manualidad todavía quedan muchos detalles para que parezca completamente real. Por tanto, coge temperas o cualquier pintura acrílica y empieza a colorear. Mezcla tonalidad y consigue un color carne para el cuerpo, y haz lo mismo para el color de pelo, ojos, etc. Sobre todo tienes que prestar atención al rostro, ya que es lo que más se va a ver. Es cierto que para un cabello largo es más difícil pintarlo, por lo que te proponemos que lo hagas naturas, con un poco de tela o cualquier material que se te ocurra. Como último detalle, aunque no imprescindible, te proponemos que barnices toda la marioneta una vez que esté pintada, así se mantendrá en buen estado mucho más tiempo.
Por último, solo queda vestir a nuestras marionetas. Te damos a elegir entre reciclar ropa de algún muñeco que hayas tenido de la infancia o de, por el contrario, realizar tú mismo las prendas. Si te manejas bien con la aguja y el dedal solo tienes que recortar trozos de ropa que no uses y elaborar las propias prendas que van a llevar las marionetas. La elección del diseño es toda tuya, así los muñecos tendrán el aspecto que tú mismo desees y, además, será único, pues nadie más habrá podido realizar las mismas.
Pero esto no es todo, pues ya sabes que las marionetas tienen movimiento. Por tanto, debes realizar una cruz con trozos de madera y pegarlas en la intersección. Ahora debes enganchar hilos en cada punta de los palos y, a su vez, en las extremidades que vas a querer mover de la marioneta. Una vez listo puedes jugar a mover los hilos y ver como tus muñecos bailan, corren y se mueven sin parar.
Marionetas algo más sencillas
La opción que te acabamos de narrar es sin duda muy elaborada, pero el resultado merece la pena. Sin embargo, si no eres tan manitas o no dispones de tanto tiempo, te proponemos algunas otras opciones para elaborar marionetas muy divertidas y originales, pero también son una manualidad.
La primera manera es coger unas palas de madera, de las de cocinar. Puedes pintarlas de colores con temperas, dibujando diferentes rostros. Agárralas con el palo e invéntate diversas historias. Incluso, puedes pegarlas algo de pelo y pegar una prenda de vestir al palo de la cuchara. Así se habrá convertido en una marioneta completa.
Por su puesto, no podía faltar el clásico del calcetín. Busca uno que sea colorido, da igual que tenga rayas, círculos o cualquier otra forma. También es necesario que sea largo, que cubra casi todo el brazo. Ahora incorpórale unos ojos, puedes hacerlo con dos botones, y si quieres algún otro complemento como unas orejas con fieltro. Ahora abre y cierra la mano para que la marioneta hable.
Las marionetas de dedo también están muy vistas. Realizarlas es una tarea muy sencilla, pero el resultado final va a dar mucho juego. Solo necesitas fieltro, aguja e hilo. Tus propios dedos te servirán para establecer el tamaño que debe tener ese fieltro y que después vas a coser para que se pueda introducir a modo de dedal. Solo tienes que coser los lados. Utiliza varios colores y el aspecto de estas marionetas será mucho más divertido.