Nuestro hogar suele ser nuestro refugio. Allí nos encontramos con las personas que más queremos o disfrutamos de la soledad para hacer lo que más nos gusta, descansar y tenerlo todo como nuestras preferencias indican. Por esto, para sentirnos completamente bien en casa debemos tenerlo todo limpio y ordenado. Algunas estancias precisan de mayor cuidado, como el baño y la cocina, porque hacemos un mayor uso de las mismas y suelen ensuciarse con más facilidad.
En el caso de la cocina es preferible ir limpiándola sobre la marcha tras cada comida. Después de cocinar es normal que la encimera, los fogones y las demás partes de esta habitación se hayan manchado de restos de comida, por lo que deberemos tenerlo todo bien limpio si no queremos que los alimentos manipulados puedan verse estropeados o contaminados por otros restos, además de evitar la aparición de insectos, sobre todo durante los meses de más calor.
Cocinar al horno puede ser muy práctico, además de recomendable para aquellas personas que buscan perder peso, mantener la línea o cuidar de su salud en general, ya que se pueden cocinar muchos platos que salen deliciosos sin necesidad de utilizar una freidora o una sartén con una cantidad mucho mayor de aceite.
Sin embargo, el horno también se ensucia, pero no es tan fácil de limpiar como otros utensilios de cocina. Debemos esperarnos a que esté completamente enfriado para empezar a limpiarlo y esto no es algo que podamos hacer justo después de haberlo usado, ni incluso a veces después de la comida, ya que tarda un rato en enfriarse del todo. Además, precisa que se limpie con productos específicos, ya bien sean químicos o naturales, y un proceso de limpieza distinto al de otros utensilios de la cocina.
¿Cómo puedo realizar la limpieza del horno?
En las tiendas especializadas, como una droguería, y en las grandes superficies y supermercados encontrarás una gran variedad de productos para limpiar el horno. Algunos de ellos son bastante fuertes, por lo que deberás leer bien las instrucciones de los mismos antes de utilizarlos y asegurarte de que vas a manipularlos adecuadamente, de lo contrario podrías hacerte daño.
Ponte guantes de plástico para mayor comodidad e intenta que el producto no lo tengas nunca cerca de la cara y, particularmente, de los ojos. Lávate bien las manos después de utilizarlo y no lo dejes nunca al alcance de los niños ni de las mascotas. Pregunta al profesional de la tienda donde lo adquieras cómo utilizarlo para que puedas sacarle el mayor provecho y puedas limpiar el horno de manera adecuada.
Recuerda que deberás seguir todas las indicaciones del producto en la aplicación, tiempo de espera y retirada del mismo para asegurarte que el horno, un electrodoméstico que utilizarás para realizar comidas, esté completamente limpio, pero también que no pueda suponerte un problema alimentario en su posterior uso ni para ti ni para el resto de las personas que vayan a cocinar en el mismo.
Alternativas naturales para la limpieza del horno
Cada vez son más las personas concienciadas de la necesidad de utilizar otro tipo de productos menos químicos y dañinos en nuestro día a día. Para limpiar nuestra casa y electrodomésticos concretos, como en el caso del horno, existen alternativas naturales que te ayudarán a conseguir los mismos objetivos, quizás frotando un poco más, es decir, con un poco más de esfuerzo, pero de manera más cuidadosa con el medio ambiente y con la salud de todos los integrantes del hogar.
Hay quienes creen que poniendo un chorro de vinagre en el horno y, sobre todo, sobre las manchas de grasa o la comida quemada que se haya podido quedar enganchada en el electrodoméstico tras cocinar, y dejando que haga su efecto durante unas horas ayudará a ablandar esta grasa y estos restos de comida, que después se podrán retirar con un paño húmedo. Intenta no rascar el horno ni utilizar utensilios que puedan dañarlo, como esponjas de metal u otros elementos para rascar. Espera hasta que los restos de grasa y comida estén blandos para poder retirarlos con facilidad con el trapo húmedo o la bayeta mojada.
Otro truco natural para limpiar el horno es colocar un poco de sal en un recipiente con agua templada. Deberemos mojar un trapo en la mezcla y pasarlo sobre las manchas del horno, tanto en su interior como en el exterior. No obstante, este método de limpieza quizás no sea lo suficientemente adecuado sobre los restos más enganchados. En esos casos se cree que es más recomendable mezclar bicarbonato en lugar de sal en el recipiente con agua y aplicar la mezcla, que debe quedarte pastosa, sobre los restos de comida y las manchas más pegadas. Tras dejarlo funcionar un rato debes retirarlo con un paño húmedo, pero solo cuando salga con facilidad, sin tener que rascar el horno ni dañar el electrodoméstico.