¿Tu plancha es dada a realizar quemaduras en tu ropa? ¿tiene restos de cal? Si la respuesta es sí, tiene fácil solución: necesitas limpiar la plancha. ¡Y nosotros podemos darte todos los consejos que necesitas para ello!
Lo primero que debes saber y tener claro antes de nada es identificar el mayor enemigo de la plancha: la cal. Por eso conviene pararla cuando comenzamos a ver sus primeros síntomas. ¿Cuáles son los primeros síntomas? Manchas blancas en la suela de la plancha, pérdida de agua o que el agua que salga este completamente sucia. Así que, para evitar que todo esto vaya a más, lo mejor es hacer una limpieza en profundidad de la plancha y eliminar toda la cal acumulada en ella.
Lo más recomendable es limpiarla de forma periódica, ya que con el uso, la cal se acumula tanto en el depósito como en la suela dificultando en muchas ocasiones la salida del vapor. Pero, ¿cómo prevenimos la acumulación de cal? Existen dos hábitos muy recomendables y sencillos que ayudan a que no se acumule: usar agua destilada y vaciar siempre el depósito después de utilizarla.
Trucos para eliminar la cal
Si has realizado periódicamente estos dos consejos anteriores y aún así la cal se ha acumulado en tu plancha, aquí te dejamos algunos trucos naturales para poder eliminarla:
-Llenar hasta la mitad el depósito, colocar debajo de la suela un recipiente y vaporizar sin parar hasta que no quede agua en su interior. Con este procedimiento, la presión del vapor hará que se escapen los restos que quedan de cal. De hecho, algunas planchas de última generación ya incluyen un botón para poder realizar este tipo específico de lavado.
-Si por lo contrario, la suela de vuestra plancha presenta algunas manchas blancas, una gran solución es limpiarla con bicarbonato para que esta finalmente se disuelva. ¿Cómo? Creando una pasta, mezclando agua fría con el bicarbonato y una vez que la tengas elaborada con un paño limpia la suela de la plancha.
Cómo limpiar la plancha si está quemada
Es bastante común que la base de la plancha presente quemaduras, y que éstas puedan incluso acabar dañando la ropa. Así que, ¿qué podemos hacer al respecto? Puedes limpiarla con pasta de dientes. Con la plancha apagada y enfriada, extiende pasta de dientes sobre su base, después calientala y activa la función de vapor durante unos minutos mientras frotas la plancha sobre un paño. Posteriormente, la desconectas y una vez fría eliminas los restos de la pasta de dientes.
Otra opción es utilizando sal gruesa. Para ello, vierte algunas cucharadas de sal gruesa en un paño. Enciende la plancha y, una vez que esté caliente, frota hacia delante y atrás la base de la plancha sobre el paño con la sal.
Detergente, velas y vinagre: remedios caseros
Si ninguno de estos trucos anteriormente mencionados te convencen siempre puedes utilizar remedios caseros muy eficaces y baratos para limpiar. Si tu plancha es antiadherente puedes limpiarla con detergente de la ropa. Sí, sí, ¡como lo lees! Tan solo tienes que calentar un poco de agua y posteriormente añadirle una gotas de detergente. Una vez realizada la mezcla, limpia la plancha con un paño mojado en el líquido. Fácil, ¿verdad?
Un truco muy recurrente es utilizar sal. Coge un paño y esparce en él varias cucharadas de sal de cocina. Enciende la plancha, espera a que se caliente y frota un buen rato de adelante y hacia atrás hasta que las marcas de quemaduras desaparezcan del todo.
Otro remedio casero es utilizar jabón para el lavavajillas. Mezcla agua con un poco de este producto y sumerge el hisopo en ella, después pásalo también por las aperturas de la plancha y....¡plancha limpia!
Los dos últimos consejos que os daremos probablemente sean los más curiosos de todos, y quizá, los más inesperados. Coge cualquier vela que tengas por casa, enciende la plancha y una vez caliente pasa la vela por la base de la plancha. Después quita los trozos de cera que se hayan quedado con un trapo limpio y...¡como nueva! Sin embargo, si las marcas son muy difíciles de quitar, un truco bastante eficiente es utilizar vinagre blanco. Caliéntalo un poco y moja un paño en él, después pásalo por la base quemada y limpia la base antes de usar nuevamente la plancha con un trapo seco. Pero, si aún así, las manchas no desaparecen puedes añadirle al vinagre dos cucharadas de bicarbonato y repetir el proceso. Sencillo, ¿no?
Para limpiar la plancha hace falta mucha paciencia y, sobre todo, no ser perezoso, ya que en muchas ocasiones la cal y manchas se acumulan por no limpiarla de una forma periódica y con mucho cuidado. Muchas veces planchar de forma rápida, desconectándola rápidamente y sin tener cuidado son las grandes causantes de que estos aparatos se rompan antes de los previsto.