Llevar una economía doméstica al día y saneada puede parecer mucho más importante de lo que resulta a priori. Las prisas, las irresponsabilidades y los imprevistos pueden hacer que uno se descuide a la hora de gastar o de administrar el dinero. Siguiendo unas pocas directrices se puede conseguir una economía doméstica limpia y controlada, lo que generará una gran tranquilidad y una capacidad de toma de decisiones mucho más ajustada a la realidad. Es por eso que en este artículo se detallan aquellas claves o puntos más importantes para que nadie se encuentre sorpresas a la hora de llevar a cabo las cuentas de la casa.
Analizar la situación real
Uno de los principales objetivos que trae consigo la correcta administración económica de la casa es que de una vez por todas se llegará a conocer la situación real, es decir, se sabrá cuáles son los gastos que se pueden afrontar y cuáles son los que no. Además la persona conocerá los puntos fuertes y los puntos débiles de su economía. En función de estos puntos se podrá determinar un camino a seguir con el fin de no dejar de mejorar el flujo monetario. La manera más rápida hacer esto es mediante un balance económico, que es el método mediante el cual la persona conoce cuáles son sus activos -bienes muebles e inmuebles con los que se dispone- y cuáles son sus pasivos -hipotecas y cualquier otro gasto al que se deba hacer frente a lo largo del tiempo-.
Presupuesto doméstico
El siguiente paso es la creación de un presupuesto doméstico, o dicho de otra manera, un documento que permita saber cuál es la cantidad de la que se dispone o cuánta es la cantidad que se quiere gastar para hacer frente e un gasto en concreto. Además, también sirve de ayuda a la hora de identificar aquellos aspectos que pueden hacer mejorar la economía de la casa. Una vez conocidos estos datos será mucho más sencillo hacer estimaciones de gastos o conocer cuál es el potancial de gasto de la misma. Cuanto más completos y rigurosos sean los informes mayor control de la economía se tendrá. Mantener un control mensual es de gran importancia, sobre todo a la hora de detectar grandes diferencias entre un mes y otro. El presupuesto estará integrado por los siguientes apartados: Ingresos, gastos, gastos fijos, gastos variables y gastos prescindibles.
Definir los objetivos económicos
Una vez haya sido obtenido el informe, se dispondrá de la información necesaria para tomar decisiones monetarias de manera justificada. Es momento entonces de definir objetivos tanto a corto como a largo plazo. Es importante que dichos objetivos sean factibles en todo momento, de poco sirve fijarse un objetivo más grande que las propias aspiraciones económicas de uno. Algunos ejemplos pueden ser: Ahorrar dinero para un viaje, pagar la academia de los niños, comprar un regalo de cumpleaños etc.
Establecer una estrategia económica
Definidos los objetivos económicos, toca abordar la manera más practica y sencilla de conseguirlo, desde el punto de vista siempre de la economía domestica. Es momento de establecer las prioridades sin dejar de lado todos los datos que se han ideo recopilando hasta el momento. Se decidirá qué gastos han de ser eliminados, cuáles han de ser disminuidos y en cuáles e ha de invertir más capital. Conviene ser realista en este punto y no dejarse llevar por las sensaciones o las apetencias, si se ha estado trabajando en recopilar todos esos datos mediante los balances es necesario ajustarse a ellos.
Control y seguimiento de la estrategia
No es recomendable concebir la economía doméstica como algo estático y fijo, todo lo contrario, es una corriente que está en continuo movimiento, y como tal, está sujeta a cambios constantemente. Puede haber meses en los que funcione a la perfección y puede haber meses de apuros económicos. Es por eso que una revisión paulatina de estos aspectos es más que recomendable. Des esta forma se detectarán nuevos gastos o problemas posibles, a la vez que se desarrollarán nuevas oportunidades de ahorro.
Llevar una economía doméstica saneada no es una tarea fácil ni mucho menos, es necesario dedicarle tiempo o en su defecto dinero -asesores financieros- para lograr los objetivos marcados. Pero si se logra, la sensación de seguridad y de control frente a los posibles imprevistos a los que la vida puede someter a uno es más que gratificante. Para terminar, Una manera de hacer este trabajo más llevadero es involucrar en la medida de lo posible a todos los miembros de la unidad familiar en dicha actividad. De esta forma, cada uno tendrá un control más real de los gastos y será más fácil alcanzar los objetivos marcados.
Con todo esto ya sabes todo lo necesario para tratar de organizar al máximo los gastos y los ingresos que la casa o la familia tienen a lo largo de un mes. ¡No esperes y empieza a controlar tu vida!