Si quieres darle un aire diferente a tu hogar o te cansa la decoración que tienes, puedes empezar a cambiar el estilo de tu casa de una forma muy económica en la que podrás reciclar aquellos muebles a los que les guardas especial cariño. Entre ellos, se encuentran las sillas de madera, y siguiendo las pautas recomendadas podrás cambiar su color y que queden con muy buen resultado.
Este es un método en el que puedes desarrollar tu creatividad en total plenitud y mostrar al artista que llevas dentro. Puedes incrementar la dificultad pasando de pintarla únicamente de un color a pintarla de varios colores o incluso decorarla a mano. Además, cada vez están más en auge los objetos personalizados, por lo que si la silla es para el más pequeño de la casa, un detalle muy especial será pintar en el respaldo su nombre.
Cómo pintar una silla de madera
Pero para que el resultado quede impoluto y parezca que lo ha realizado un profesional hay que seguir una serie de pasos y utilizar los mejores elementos posibles. Para ello deberás reunir papel de lija de grano fino de 80 a 100, pintura tanto de spray como líquida, guantes de látex para proteger tus manos y no mancharte, una mascarilla para protegerte del spray y sobretodo poner el objeto en aire libre para que el olor fuerte no afecte a las personas que se encuentren en el interior del hogar y también para que la silla se seque lo más rápido posible.
Retirar el barniz
El primer paso que tendrás que realizar será observar si la silla ya está pintada, ya que si es así tendrás que lijarla para eliminar lo máximo posible el barniz o el acabado anterior. Para ello debes usar papel de lija fino de grano de 80 a 100 y pasarlo por toda la superficie. Una vez realizada esta tarea, se volverá a lijar toda la superficie esta vez con un papel de lija más fino, de grano de 150, para quitar la veta de la madera, haciéndolo en dirección a la misma y pasando la lija en repetidas ocasiones.
Limpia el polvo generado
Después de esto deberás pasar un trapo para eliminar el polvo que se ha generado. Si con esto no terminas de quitar todo el polvo que has generado al pasar la lija, tendrás que proceder a utilizar una aspiradora de mano.
Pon la silla al aire libre y destapízala
Después busca un lugar que esté ventilado y al aire libre para colocar en el suelo un paño, un cartón, toalla o una bolsa de basura para evitar manchar otras superficies de la casa, y encima pon la silla de madera para proceder a pintarla. Si la zona del asiento se encuentra tapizada tienes dos opciones, o destapizarla para que esta zona no se manche de la pintura, o si por lo contrario no cuentas con los elementos necesarios para ello tápala muy bien y pinta las zonas cercanas con mucho cuidado.
Escoge el color
Elige el color con el que deseas pintar la silla de madera. Tanto si escoges un bote de spray como si es pintura líquida, necesitarás una serie de elementos para protegerte. En el primer caso deberás de protegerte con unos guantes y una mascarilla para así no respirar directamente el olor de la pintura en aerosol. En el segundo caso, tendrás que prevenirte con unos guantes y una brocha con la que aplicar la pintura de arriba a abajo por la parte inferior y en las demás zonas de forma horizontal y uniforme.
Primera capa
Aplica la primera capa de pintura sobre la superficie de la silla. No desesperes si el color queda demasiado claro y no es el resultado que esperas, pues se volverá a pintar tras esperar el tiempo indicado. Si estás utilizando un spray deberás colocarte a una distancia de unos 10 centímetros y agita el bote antes de usarlo.
Espera a que se seque
Si te corre prisa podrás aplicar la siguiente capa tras pasar 10 minutos. Si, por lo contrario, puedes emplear todo el tiempo necesario podrás esperar hasta 1 hora para que así no se genere humedad entre capa y capa.
Segunda capa
Una vez pasado el tiempo indicado procede a volver a pintar la silla si ya está seca, e incluso estando húmeda se podrá volver a aplicar la pintura sin ningún problema. De esta forma, se repiten los pasos anteriormente explicados tanto si se aplica con spray como con pintura líquida y podrás repetirlos todas las veces que consideres necesario hasta dar con el color adecuado y toda la superficie quede cubierta.
Aplica barniz
Por último, una vez que toques la silla y compruebes que se ha secado correctamente la pintura se procederá a aplicar sellador acrílico o barniz. Con una brocha diferente y unos guantes se aplicará una capa sobre la superficie de la silla para que esta tenga un acabado impecable.
Ya has podido comprobar que cambiar el estilo de una silla de madera no tiene ningún truco, lo único que hay que hacer será reunir todos los elementos necesarios y emplear todo el tiempo que haga falta. Por lo que si las sillas de tu hogar se encuentran en buen estado y quieres darlas una segunda vida, este será el consejo ideal para pasar un día entretenido y desatar toda tu creatividad.