Todos nos hemos encontrado alguna vez en la situación de observar cómo gente de nuestro entorno se encuentra en algún apuro económico y aun así no son capaces de pedir ayuda. Esto es por, entre otras cosas, la vergüenza que puede suponernos tener que pedir dinero a otros. Es cierto que tomar esta decisión y echarse hacia delante no suele ser una tarea fácil, y por ello, a veces la solución suele ser que la otra persona tome la iniciativa y sea la que ofrezca el dinero.
Por otro lado, puede que simplemente quieras ayudar a otras personas que no tienen necesariamente que tener ningún problema, sino que simplemente quieras contribuir a cumplir su sueño, como por ejemplo ayudar a tus hijos en la compra de su primera casa u otras cosas que requieran.
¿Qué son un préstamo y una donación?
Normalmente solemos confundir las donaciones con los préstamos, pero debes tener en cuenta que no son lo mismo tanto a nivel ético como a nivel legal. Y es que, una donación es la acción en la que una persona le da algo a otra sin que se espere ningún tipo de devolución al respecto. De manera que, elegir esta opción necesitará de un procedimiento legal distinto con respecto a la tributación de impuestos que un préstamo.
En el lado contrario está el préstamo: una operación en la que hay un contrato entre una parte y otra; existiendo la obligación de devolución del mismo.
Ahora bien, si lo que deseas es ayudar a otra persona sin que la otra parte se sienta avergonzada por tener que aceptar dinero, puedes tomar nota de estos consejos, para que en definitiva reciba esa ayuda aunque sea de una manera más indirecta.
1.Haz un regalo
Como hemos mencionado anteriormente , puede que a la persona le resulte violento aceptar dinero. Ahora bien, hacer un regalo puede ser una manera adecuada de recibirlo. Es decir, puede que el dinero sea el propio regalo y que al entregarlo de esta forma en ocasiones especiales como puede ser un cumpleaños o un aniversario; la otra persona no se sienta obligada o tentada a rechazarlo.
Por otro lado, si el dinero no va a ser en sí el regalo, sí que puedes obsequiar a la otra persona con algo que sepas que le haga verdadera falta, y de esta forma tu donación vendría con la satisfacción de un gasto que la otra persona tenía previsto hacer. Un claro ejemplo de ello es si la persona a la que vas a "prestar" el dinero necesitara una televisión. En este caso podrías costear esta televisión como un regalo para que el destinatario del préstamo pudiera centrarse en otros gastos, y de esta manera también le puedes estar ayudando.
2. Invita
Esta idea es básica en el caso de que supieras que alguien desea con todas sus fuerzas hacer un viaje, pero desafortunadamente no tiene el dinero para hacerlo. De manera que, puedes invitar a esa persona a realizar ese viaje contigo. Lógicamente esta opción es más adecuada si con la otra persona mantienes una relación de confianza. De manera que, si bien no le ofreces el viaje en su totalidad, quizás podrías disfrazarlo bien como la opción que anteriormente te hemos dado de hacer un regalo, o bien invitándola a que lo haga contigo. Haciendo esto conseguirás hacer cumplir el sueño de alguien poniendo el dinero sin que, por otro lado, a la otra persona le dé la sensación de que se lo estás donando.
3. Establece algo simbólico a cambio
En la misma línea que los consejos anteriores te presentamos esta alternativa. Es decir, puedes pedir a la otra persona que a cambio te dé algo simbólico y que así no sienta que le estás haciendo una donación desinteresada, aunque realmente lo sea. Es cierto que puede ser dinero, como por ejemplo pactar un euro al mes a cambio de que la otra persona reciba una cantidad aún mayor. Por otro lado, y la manera que mejor puede resultar es que ese algo simbólico no sea nada material. Es decir, puedes establecer que la manera de que la otra persona te compense sea organizando una cena. De esta forma aceptaría el préstamo sin sentir que se trata de una donación y probablemente lo aceptaría de mayor agrado.
Siempre dentro de la legalidad
Por otro lado, debes contar con la idea de que en función de la cantidad de dinero prestado, puede que tengas que justificarlo a Hacienda de alguna manera. Y es que, en este sentido si el préstamo es de una elevada cantidad de dinero, lo ideal sería firmar un compromiso entre ambas partes, que en caso de haber algún contratiempo te permita tener ciertas garantías.
Este mismo procedimiento debe aplicarse si tal préstamo se lleva a cabo entre familiares, incluso a tus hijos, tal y como te planteábamos en el hipotético caso de la compra de una casa. De manera que si quieres hacerlo, pero sin buscarte líos con Hacienda, la mejor alternativa es que optes por un préstamo sin establecer ningún tipo de interés para la otra persona. Así estarías cumpliendo con la legalidad y no caerías en hacer una donación encubierta.