Tras los grises y fríos días de invierno, la primavera se presenta como aquella estación durante la cual las jornadas son más largas, el sol comienza a brillar con mayor intensidad y la naturaleza nos sorprende con árboles de hojas verdes y flores de llamativos y bonitos colores. Sin embargo, este bucólico cuadro no es tan bonito para todos, ya que cada vez son más las personas que sufren alergias primaverales.
Los efectos de estas alergias pueden ser varios, desde el aumento de la mucosidad, haciendo que la persona afectada tenga que sonarse constantemente, el escozor en los ojos causando irritación y poniéndolos rojos, el picor en la garganta acompañado de estornudos o tos seca, además de cansancio, dolor de cabeza y, en algunos casos, hasta de manchas rojas, causantes de picor, en todo el cuerpo o en zonas específicas del mismo.
Por lo tanto, aquellos que sufren uno o más síntomas de la alergia primaveral es probable que no disfruten de este momento del año como lo harían aquellos que no tienen este problema. Por eso, a la hora de salir a la calle es importante que tomen las precauciones adecuadas si no quieren sufrir los efectos de estas alergias primaverales y no puedan disfrutar de la jornada como se merecen, ya que deberán salir para ir a trabajar, a estudiar, de compras o el resto de actividades que necesiten hacer y que no podrán evitar.
Ante la presencia de estos síntomas deberás acudir al médico especialista. El alergólogo podrá aconsejarte cuál será el mejor tratamiento para ti, puesto que no todas las alergias son iguales. Hay quienes precisarán antihistamínicos, gotas para los ojos, la vacuna para la alergia o cualquier otra medicación que el profesional de la salud considere adecuada para cada caso en concreto.
Cómo reducir los efectos de la alergia en primavera en el hogar
Aunque no tengas plantas ni flores en casa, también puedes sufrir los efectos de la alergia en primavera en tu propio hogar. Esto se debe a que el polen y demás residuos pueden introducirse en tu vivienda a través de las puertas y ventanas, además de aquellas trazas que podamos llevar encima en la ropa o en el calzado tras nuestro tiempo fuera de casa.
Es casi imposible reducir esta cantidad de residuos que podemos llevar encima, por muy limpia que tengas la casa. No obstante, tener la vivienda limpia te ayudará de forma notable a reducir los efectos de la alergia primaveral. Así pues, dedica al menos un día a la semana para hacer limpieza a fondo. Colócate una mascarilla para proteger tu nariz del polvo y del posible polen que puedas tener en casa y evitar así, en la medida de lo posible, los efectos de alergia que puedas tener.
Aquellas personas muy alérgicas al polen es probable que también tengan alergia al polvo, por lo que deberás intentar reducir la cantidad del mismo en casa en la medida de lo posible. Para ello deberás ventilar todas las estancias durante al menos media hora todos los días, preferiblemente después de levantarte por la mañana, ya que el ambiente estará más cargado tras la noche. Intenta no adquirir cortinas pesadas ni gruesas alfombras, ya que estos elementos decorativos suelen recoger mucho polvo y no te será sencillo tampoco eliminarlo con facilidad. Mientras más sencilla sea la decoración, más fácil será mantener el polvo a raya, haciendo que la tarea de la limpieza del hogar sea más sencilla y puedas realizarla más a fondo y más a menudo. Los libros suelen acumular mucho polvo y a generar humedad por su composición, por lo que lo más recomendable es que tengas una librería con puertas a tener los libros en una estantería al aire.
Recuerda que el polvo se mete por todos los lugares de la casa, por lo que si quieres reducir la alergia de primavera en tu hogar deberás tener también siempre limpios y libre de polvo los armarios por dentro, evitando que la ropa también pueda causarte los efectos de la alergia, así como los muebles por detrás y los rincones de la casa que creas que puede acumularse mayor cantidad de polvo.
Una vez hayas ventilado las habitaciones por la mañana, intenta cerrar las ventanas para que no pueda entrar polen de la calle. Este podría quedarse impregnado en los muebles y elementos decorativos del hogar, aumentando los signos de tu alergia incluso dentro de casa. Si el polen es el causante de tu alergia en primavera, por mucho que te gusten las flores y las plantas, sería recomendable que intentases no tener ninguna en el hogar, de manera que puedas reducir las alergias primaverales en la mayor medida de lo posible, siguiendo las indicaciones del médico y disfrutando de la estación del año previa al verano.