Una casa es más que un conjunto de ladrillos y cemento: una casa es un hogar, ese sitio donde refugiarte, ese sitio donde desahogarte, donde llorar y donde reír. Una casa es parte de ti, y por ello tiene que ser fundamental que estés a gusto. Para sentirte tranquilo y cómodo no es necesario tener una casa enorme; lo importante es cómo la decores, cómo la estructures y cómo la acondiciones, algo que en ocasiones puede suponer un reto. En definitiva, en una casa pequeña también se puede vivir perfectamente, dejando a un lado el estrés y el agobio si sabes cómo hacerlo. A continuación, todos los trucos para sobrevivir a una casa pequeña y no agobiarse:
Color blanco, siempre la mejor opción
Este color es sinónimo de sofisticación, modernidad y elegancia que reaviva, ni intimida ni genera saturación. El factor clave es que aporta luminosidad a la estancia y todo se verá más claro, aunque sea un espacio con poca luz. Y es que este color tiene la capacidad de reflejar hasta un 96% de la luz e, incluso, puede suavizarla si es muy intensa.
Por otro lado, da la sensación de amplitud y es muy recomendable para habitaciones con pocos metros cuadrados, ya que hará que hasta el espacio más pequeño parezca más grande de lo que es gracias a su ventaja de aportar amplitud a las estancias. También hace que la decoración sea la protagonista porque deja jugar a la imaginación, pues es muy versátil y queda bien con todo tipo de combinaciones, ya sean de un color u otro. Además, optar por mezclarlo con plantas, elementos naturales o vegetales y diseños geométricos siempre será un acierto seguro. No tengas miedo y atrévete a contrastar tus paredes blancas con colores atrevidos porque los acentúa, al igual que suaviza los colores oscuros, como el negro o el gris.
El color blanco favorece la meditación y estimula la percepción extrasensorial, el optimismo y la espiritualidad. Y es que realmente cuando estamos en casa, lo que queremos es liberarnos del estrés, del agobio, y descansar, dejar atrás la dura jornada laboral y las malas vibraciones. Lo mejor es que este color también tiene connotaciones espirituales y está relacionado con la paz y la protección. Se cree que recoge las energías negativas que algunas personas dejan.
Este tono encaja con el techo, es decir, si además de las paredes, el techo también es de color blanco, quedarán ambas partes muy integradas. Si por el contrario, las paredes son algo más oscuras que el techo, hará que de la sensación visual de techo más alto, algo que también puede interesar. Sin embargo, otra opción bastante elegida es darle al techo color para que cree sensación de espacio más íntimo y recogido. También se puede pintar el techo blanco y ponerle vigas de color para conseguir la misma sensación. Como ves, las posibilidades son infinitas.
El blanco es un color que da equilibrio al suelo. Si eliges un suelo oscuro o con mucho peso visual debido a motivos de decoración, debes saber que el color blanco en las paredes ayudará a igualar el ambiente y quitará peso a esa sobrecarga para que no sature la vista y que puede crear sensación de agobio. Además, el blanco se mimetiza con el exterior, es decir, si tienes un jardín este color hará que todo el protagonismo esté en él, en la parte externa de la casa, dejando respirar y no enfocándose tanto en el interior.
Por último, destacar que no solo hay un tipo de blanco, sino que existen decenas de colores blancos. Por ejemplo, si tienes una habitación con mucha luz directa del sol, la mejor opción es un blanco con punto azulado. Utiliza un blanco nuclear cuando quieras conseguir un efecto deslumbrante y frío. El color blanco que tiene una pequeña cantidad de gris perla es el adecuado para dar sensación de neutralidad.
Almacenamiento, tu mejor aliado
Es fundamental que si contamos con espacios pequeños, el almacenaje sea el protagonista, pues nos podrá salvar de un apuro en más de una ocasión y podremos tener más cosas de las que pensamos. Además, esto hace que no reine el caos y que si necesitas algo en concreto, puedas encontrarlo de manera rápida y sencilla, lo que favorecerá nuestra sensación de confort y felicidad teniendo todo en orden.
Y es que seguro que hay muchos sitios que nunca habías pensado que podrían servir de almacenaje. Por ejemplo, en la parte superior de los muebles de la cocina podemos colocar platos, vasos, y demás vajilla. También se puede aprovechar el espacio muerto de las paredes para colocar estantes y baldas, descartando así armarios, que en cualquier caso siempre deberán de ir empotrados. Los ganchos también son una buena opción. Otra idea es tener una mesa a medida y taburetes en vez de sillas. En el comedor, puedes elegir la mesa de líneas rectas y acercarla a la pared para aprovechar el espacio. Las cajas y las cestas ayudan a no tener todo por ahí tirado, desordenado y cogiendo polvo. Es decir, ayudan a mantener el orden, lo que es bueno para nosotros, pues una casa desordenada provoca malos sentimientos y sensaciones en las personas.
Por otro lado, la mejor manera de almacenar las cosas en el dormitorio y no atraer la sensación de agobio es comprar una cama canapé o una cama que tenga cajones en la parte inferior para que no se desaproveche ese espacio. La clave está en no perder ni un solo centímetro de espacio, lo que tampoco significa que haya que guardarlo todo. Hay que saber desprenderse de las cosas innecesarias y mantener un orden para cada cosa, lo que hará que haya sitio suficiente para poder guardar todo lo que necesites. También se puede optar por muebles suspendidos, que son perfectos para dar sensación de amplitud y agrandar espacios, al igual que ocurre si tienes escaleras en casa, pues los escalones suspendidos aportarán ligereza visual a la composición ocupando menos superficie que los escalones de toda la vida.
La idea de pedir muebles a medida también está muy bien para casas que disponen de poco espacio pues, aunque resulte algo más caro, a la larga es una muy buena inversión. Sin embargo, aunque haya que utilizar el ingenio para esto, hay que tener en cuenta que estos muebles a medida, al igual que todas las zonas de la casa, deben contar con una función práctica y multifuncional, no solo estética. Por ejemplo, ponerle ruedas a los muebles permitirá una fácil movilidad del mobiliario y colocarlo sin problema en cualquier otro espacio.
Puertas correderas o espacios compartidos
Gracias a las puertas correderas se puede ganar mucho espacio en casas pequeñas porque se recupera el espacio de apertura que tienen las puertas normales. Aunque si eres más arriesgado, puedes optar por no tener puertas, dando así un toque de unificación del hogar a modo de estudio, algo que esta muy de moda actualmente.
Otra opción y, arriesgando mucho más, podemos incluso ahorrarnos algunas paredes para unir espacios. Por ejemplo, si la cocina y el salón comparten estancia, puedes utilizar el sofá o una estantería como separador de los dos espacios, algo que te hará tener más amplitud visual. La idea es utilizar materiales económicos como método para separar estancias y poder crear así interiores prácticos y originales.
Además, puedes quitar las puertas de tus armarios para conseguir una mayor sensación de amplitud, algo que solo es apto para personas ordenadas, pues habrá que tener siempre el interior de los armarios bien organizados, sin excusas que valgan.
Espejos, sinónimo de amplitud
Los espejos son elementos decorativos perfectos porque encajan con cualquier estilo, además de ofrecer muchas ventajas. Tener espejos en casa hará que parezca que disponemos de mucho más espacio del que realmente tenemos porque aprovechan la luz y reflejan los rayos del sol, lo que hace que aumente la luminosidad y la sensación visual de amplitud, sobre todo en estancias pequeñas y con poca iluminación natural. Cuanto mayor sea el tamaño del espejo, mejor, más efecto.
Por otro lado, gracias a los espejos puedes jugar con las perspectivas de las habitaciones, añadido a que son muy funcionales y prácticos. Puedes colocarlos en baños, en el recibidor, en el dormitorio, e incluso en el salón. Ni qué decir tiene que además de todas las ventajas comentadas, este elemento sirve para que todos los días podamos mirarnos antes de salir de casa y ver que lucimos perfectos.
Decora todo a tu gusto
Puesto que tu casa va a ser tu lugar de protección y el lugar donde puedes ser tú mismo y donde desconectar, es imprescindible que el agobio no te juegue una mala pasada. Son muchas cosas las que tienes que tener en cuenta, pero siempre con tu propio toque personal. Haz que este proceso sea algo motivador para ti y juega con los estampados, decora sin miedo, atrévete, no te preocupes por el hecho de poder saturar la estancia. Ten presente que el uso de texturas es una alternativa ideal para sacar el máximo partido a las dimensiones de tu casa.
No esperes más y aplica estos consejos para eliminar el estrés y el agobio que te causaba este problema. ¡La solución ya es tuya!