El paisajismo es una de las disciplinas de la jardinería menos conocidas y con ella vienen gran cantidad de términos que generalmente se desconocen. En este artículo se ahondará un poco más en esta desconocida 'prima menor' de la jardinería y en los secretos que esconde.
La ciencia del paisaje tiene como función principal el alterar los aspectos visuales de un entorno, ya sea rural o urbano. En ocasiones, parece que el paisajismo abarca únicamente a las flores y a las plantas, sin embargo, existen otras competencias que atañen a este arte como pueden ser: los animales, los cauces del agua. Pero es que además, todos aquellos elementos que el ser humano ha dispuesto (estructuras, edificios, escaleras...) también entran a formar parte de la ecuación.
El tipo de suelo del que se disponga es fundamental, dado que los nutrientes pueden variarGeneralmente, se suele pensar que confeccionar un jardín es una tarea, no fácil, pero si exenta de estudio previo, pero es necesario llevar a cabo un estudio de aspectos como por ejemplo el suelo, la orientación y el clima para elegir especies que se adapten perfectamente al entorno natural, y así evitar un mantenimiento costoso, tanto en trabajo como en recursos y económico. En los siguientes puntos se explicarán una por una las diferentes formas de componer un jardín.
Macizo
Se trata de disponer el conjunto de planteas de tal manera que se agrupen siguiendo un criterio homogéneo y atendiendo a las proporciones del jardín. El macizo se puede comenzar desde cero, o bien utilizar algunas plantas para confeccionarlo alrededor de estas. La disposición se hará en función del tamaño de las diferentes plantas, colocando las de mayor tamaño en la zona del centro y dejando las menores rodeando estas. De esta forma se consigue un efecto muy visual en el que manchas de color y de formas distintas pueden ser vistas desde cualquier lugar. A la hora de realizar un macizo es importante hacer hincapié en la colocación de los límites del mismo, introduciendo bien la piedra para que quede fija y no de problemas futuros. Factores como la exposición solar, el tipo de suelo y la resistencia a las heladas serán esenciales a la hora de seleccionar la flora para el Macizo.
Arriate
Se trata de establecer una composición con flores, al igual que el macizo, pero con la diferencia de que aquí se utilizará un muro o pared a modo de 'telón de fondo'. Es necesario tener en cuenta el color del muro a la hora de diseñar el arriate, puesto que en función del color de fondo la combinación de colores elegida para las flores puede variar. En cuanto a la colocación de las mismas se seleccionarán las plantas más altas para colocarlas en el fondo, dejando el espacio delantero para las más bajas. Con el arriate se consiguen forma variadas y sugerentes, lineas curvas y tortuosas. El objetivo final es crear una diversidad lo más variada posible sin que ninguna especie predomine entre las demás. La elección de las plantas es clave a la hora de realizar la composición. La mejor opción son las plantas perennes que viven al menos dos años.
En el arriate las plantas más largas irán detrás mientras que las cortas ocuparán la parte delenteraParterre
La palabra 'Parterre' es francesa, y significa 'en la tierra' . Los primeros fueron originados por los franceses a principios del siglo XVII, aunque pronto se extendieron por el resto de Europa, haciéndose también populares en Inglaterra.El ejemplo más claro de parterre se puede encontrar en los jardines del Palacio de Versalles en Francia.
El parterre es un tipo de jardín floral que se basa plantar conjuntos de flores o hierbas que formen una protección para plantar ahí plantas interiores, de tal forma que unas protegen a las otras. Es bastante común observar en los parterres pequeños pasillos delimitados con gravilla o con algún tipo de piedra de camino. No es estrictamente necesario que un parterre se componga a base de flores, puesto que también se pueden emplear plantas o arbustos perennes, es decir, cuyas hojas no caducan.
Los suelos de gravilla so una buena opción para decorar el jardínRocalla
Las rocallas tuvieron su época de máximo apogeo durante el reinado de Luis XV. Uno de los elementos que más define a este tipo de jardín es la presencia de líneas curvas y redondas, además de una gran contenido ornamental. Sin embargo, a partir del siglo XX las rocallas han vuelto a ganar popularidad entre los adeptos a la jardinería, probablemente por el gran abanico de plantas que pueden ser criadas en este tipo de jardín.
Al igual que el resto de términos de los que se habla en este artículo, la palabra rocalla procede del francés 'rocaie' y principalmente se caracteriza por la utilización de plantas, que al ciarse en terrenos muy secos, son resistentes a la sequía. Es necesario poseer un terreno con un sistema de drenaje decente, además de disponer de gravilla. Las piedras se usarán para separar formando pequeñas áreas. Algunas de las plantas más representativas de la rocalla son: Los narcisos, plantas bulvosas o la antennaria.
