La cocina es el centro neurálgico de cualquier casa; ya que es, junto al salón, la estancia en la que más tiempo solemos pasar. Además, muchas veces la relacionamos con aspectos positivos, ya que es en ella donde preparamos todas nuestras comidas. Por eso, mucha gente fantasea con tener la cocina de sus sueños: amplia, con una placa impoluta y una encimera brillante. Lo que muchas veces ocurre es que, mientras estamos decidiendo cómo va a ser nuestra nueva cocina o qué tipo de reforma queremos hacer en ella, sólo pensamos en el tipo de campana que le vamos a poner o si tendrá una isla o una encimera convencional. Lo último que se nos viene a la cabeza es el fregadero y el grifo que instalaremos, ya que suele parecernos una cosa secundaria. Y es que, aunque pueda parecer que estos dos elementos no aportan nada a la estética o estilo de una cocina, lo cierto es que son dos elementos clave sin los cuales no podríamos vivir. Por eso, a continuación te daremos algunas ideas y consejos para elegir el grifo y fregadero que mejor se adapte a tu cocina.
Estilo y material
Lo primero que tendremos que escoger es el tipo de fregadero que vamos a instalar en nuestra cocina y, para ello, deberemos tener en cuenta cuál es el estilo de nuestra cocina. Y es que en el mercado actual podemos encontrar una gran variedad de fregaderos fabricados con distintos materiales, por lo que a la hora de escoger uno tendremos que valorar tanto sus propiedades y funcionalidad como que su estilo case con el resto de la cocina. Uno de los más frecuentes y más asequibles es el de acero inoxidable, aunque dependiendo del tipo de acero y otros procesos de fabricación el precio puede variar. Algunas de las ventajas de este tipo de fregaderos es que son muy resistentes a los golpes y a altas temperaturas. Además, su tono metalizado combina a la perfección con prácticamente cualquier estilo de cocina.
Sin embargo, si lo que tú buscas es un fregadero que puedas adaptar a un estilo concreto, lo mejor es que optes por uno hecho a base de resinas que podrás encontrar en una gran variedad de colores y texturas. Eso sí, también tienes que saber que su resistencia es bastante menor frente a los de acero. Una opción intermedia son los fregaderos de cuarzo, cuyo material les proporciona una alta resistencia a arañazos y a elevadas temperaturas y que, al igual que los de resinas, también podrás encontrar un amplio catálogo de modelos. Además, la ventaja de estos fregaderos de cuarzo es que el material con el que se fabrican es el mismo con el que se hacen las encimeras y ambos elementos se pueden conjuntar. Por lo tanto, tienes la posibilidad de darle a tu cocina un diseño único con el cuarzo como protagonista.
En el caso de que prefieras que tu cocina tenga un estilo algo más rústico o vintage, puedes echar un vistazo a los fregaderos de cerámica. Éstos son muy estéticos y elegantes, además de resistir bastante bien los arañazos y golpes. Sin embargo, algunas de sus desventajas es que son bastante caros y su rigidez hace que pueda partirse si recibe un golpe muy fuerte o que la vajilla se rompa si no se tiene cuidado al depositarla dentro. Por último están los fregaderos de mármol o granito, que son muy resistentes y están pensados para ir integrados en la encimera. El problema con los fregaderos fabricados con este material hay que estar muy pendientes de limpiarlos con asiduidad, ya que son muy propensos a las manchas.
Instalación y forma del fregadero
Al hablar de la instalación de un fregadero, ésta se puede hacer de dos maneras diferentes. Por un lado, podemos encontrar los tradicionales fregaderos encastrados que se colocan sobre la encimera. Es decir, son aquellos que se encajan directamente sobre una encimera con el hueco ya recortado. Esta opción es la más recomendable para encimeras de madera o laminadas, ya que son materiales que no resisten demasiado bien la humedad. Por otra parte, están los fregaderos integrados, también llamados bajo encimera. Éstos son cada vez más comunes en las cocinas de nueva construcción, no sólo porque su diseño es más funcional y permite un mayor aprovechamiento de la encimera, sino porque su aspecto le da un toque muy elegante a la cocina.
En cuanto a la forma del fregadero, hay principalmente tres opciones que debemos tener en cuenta. Por un lado, deberemos decidir si preferimos que tenga sólo una cubeta o dos si la cocina es grande. Normalmente, los que tienen una cubeta también van acompañados de un escurridor, mientras que en el caso de tener dos puede prescindir de él. En cuanto al tipo de escurridor, éste puede ser independientemente de la encimera e ir colocado encima como ocurre con el fregadero encastrado. En cambio, en el caso de los fregaderos integrados, y si el material con el que está fabricado la encimera lo permite, el escurridor puede estar directamente tallado en la encimera. La tercera opción a la hora de escoger la forma es el fregadero de esquina, que normalmente es el que se instala en cocinas pequeñas en las que el fregadero está situado en un rincón.
El grifo también es importante
Una vez hayamos seleccionado cuál es el tipo de fregadero que queremos para nuestra cocina tendremos que centrar la atención en otro aspecto muy importante: la grifería. En este caso también hay una gran variedad de opciones entre las que escoger, independientemente de que prefiramos un grifo monomando o bimando. Eso sí, siempre deberemos tener en cuenta el estilo de la cocina y del fregadero en el que irá acoplado. El más tradicional es caño alto, que son los más cómodos para fregar a mano, sobre todo cuando se trata de cazuelas o recipientes altos. Otra opción que cada vez se está haciendo más popular es el grifo con caño extraíble, que no sólo aporta un toque único a la estética de la cocina, sino que es muy cómodo a la hora de fregar o lavar alimentos.
Por otra parte, si lo que quieres es reducir las salpicaduras del grifo para evitar mojar la encimera o el suelo, la mejor opción es caño horizontal situado a la altura del fregadero. Por último está el de caño abatible, que se puede cerrar y girar hasta 180º para facilitar la apertura de la ventana si tu fregadero está instalado frente a una. Además, muchos de ellos tienen la posibilidad de combinar diferentes chorros para facilitar su uso.