El día de tu boda es uno de los más importantes de tu vida, por lo que todos los detalles son pocos para que todo quede tal y como deseas. Lo fundamental es poner mucho cariño en la planificación, pero esto puede conllevar también gran cantidad de gastos. Un desembolso de dinero no solo se invierte en los costes fijos que necesita cualquier enlace, sino que parece que la palabra 'boda' es sinónimo de 'más caro', por lo que antes de hacer más gastos de los necesarios es recomendable tener un presupuesto aproximado con orden de prioridades.
El universo de las bodas contiene infinitas posibilidades, cambia mucho una boda celebrada con ceremonia religiosa que una civil, así como la temporada en la que tenga lugar. La temporada alta va desde el mes de abril hasta octubre, mientras que de noviembre a marzo los gastos son menores, ya que es temporada baja. Estos dos factores pueden ser uno de los primeros pasos a decidir ya que influirán en todo lo demás. Recuerda que la opción más cara no tiene por qué ser la mejor, puedes escoger planificar tu boda con una 'wedding planner' o lanzarte a la aventura y hacerlo todo tu mismo, esta opción es totalmente recomendable, ya que en ningún momento estarás solo, llegarán consejos desde tus amigos, familiares y expertos como los encargados del lugar de la celebración.
Principales gastos de una boda
Cada pareja se debe ajustar a su presupuesto y esto lo saben los proveedores del sector nupcial, por lo que adaptarán sus servicios y productos a las diferentes necesidades. Los elementos que se llevarán la mayor parte del presupuesto son:
- El banquete: tanto el alquiler del espacio como el cubierto de cada comensal es el mayor gasto de una boda, el precio medio suele rondar entre los 100 y los 130 euros por persona. En muchos sitios incluyen la barra libre en el precio del cubierto, pero en otros pueden cobrar aparte el alquiler y las consumiciones, esto puede llegar a ser otros 15 euros por persona y hora.
- El vestido de novia: cualquier mujer desea estar impresionante el día de su boda y, sobre todo, sentirse ella misma. Con el vestido las posibilidades son muchas, dependen de la firma o el diseñador escogido, de si reinventas el vestido que llevó tu madre en su día o de si empiezas uno de cero. Las prendas pueden ascender desde los 500 euros hasta los 15.000, a lo que se une los complementos del velo, el ramo, los zapatos, la ropa interior, las joyas... Estos sumarán otra importante cantidad del gasto, pero tampoco es donde se debe escatimar, compara opciones y estate agusto con la que elijas, el vestido de novia es más importante que otros muchos detalles. Por otro lado, el atuendo del novio suele ser más austero y normalmente asciende a unos 1.200 euros de media, dependerá de si se trata de un traje, de un chaqué hecho a medida, de si los gemelos y la corbata son comprados o prestados, etc.
- La decoración: desde las flores de la iglesia hasta el photocall del banquete, hay multitud de opciones en la decoración y se llevará gran parte del presupuesto pero a la vez es el ámbito donde más se puede recortar. La decoración está totalmente vinculada al espacio, no es lo mismo celebrar el banquete en un antiguo palacete de piedra que en una finca al aire libre o en el salón de un restaurante. Lo fundamental es no caer en lo recargado, menos siempre es más y si el sitio es bonito la decoración será algo secundario. Por otro lado, en este sector es donde más intentarán añadir gastos los responsables del lugar, tanto rincones de comida especiales como photocalls, sopesa qué necesitas y qué no porque estos son extras que igual no aportan demasiado. No obstante, la decoración floral sí es un detalle que marcará la diferencia el día de tu boda, podrá destacar la personalidad de la pareja tanto en su camino al altar como en los centros de mesa, déjate recomendar por los floristas que contrates y hazles saber tus gustos para que la atmósfera de tu día sea perfecta.
- La estancia y el transporte: dependerá de si celebras la boda en tu ciudad o fuera de ella, también de la procedencia de los invitados. Lo habitual es que se contrate un servicio de autobuses que recoja a los invitados en los hoteles recomendados por la pareja o en varias zonas concretas de la ciudad, el coste aproximado es de 600 euros pero dependerá del número de invitados y las distancias. Por otro lado, la estancia de los novios es fundamental es su noche de bodas, algunos escogen quedarse en una habitación que le provea el mismo lugar de la celebración y otros dirigirse a un hotel cercano. También existe la opción de que la pareja afronte los gastos de estancia de sus familiares más cercanos.
A todos estos gastos se añaden otros como la música, se puede elegir entre contratar a un Dj que no suponga un gran gasto o invertir más en un grupo de música en directo u otro tipo de actuación. También se debe tener en cuenta el dinero de la ceremonia, detalles como el libro de firmas, las invitaciones, el fotógrafo ,pequeños regalos para los invitados, etc. Pero también hay cosas en las que se puede ahorrar para evitar más preocupaciones económicas.
Tips para ahorrar en los gastos
- Evitar los compromisos: el día de tu boda debe ser para compartirlo con quien más quieres, no con compromisos. Una opción para minimizar los gastos es reducir la lista de invitados, esto sumado a que de media un 30% de los invitados cancelan y no pueden asistir, supondrá menos gastos para la pareja. La celebración de una boda íntima permite disfrutar más aún de los seres queridos, atender a todos por igual y crear un ambiente más cercano, son muchas las ventajas.
- Aprovechar descuentos: como se ha mencionado anteriormente, las bodas fuera de temporada reducen enormemente el presupuesto. Aunque los meses de invierno sean más arriesgados en cuanto a clima, la boda puede ser igual de bonita y encima los gastos menores, tampoco tendrás que lidiar con problemas de fechas de disponibilidad en la iglesia o de coincidencia con otras bodas o eventos importantes.
- Reducir detalles: menos es más, los regalos a los invitados muchas veces se pierden o se olvidan, por lo que son del todo innecesarios y nadie los echará de menos. Por otro lado, la pareja también puede coordinarse para encargarse por sí mismos de la decoración, es una opción que además hará tu boda única y muy personalizada.