Una hamaca es una red que, colgada por los extremos en dos apoyos (ya sean árboles o cosas semejantes), sirven de cama. Es el objeto que más caracteriza la sensación de relajación y tiene su origen en Latinoamérica. Desde hace millones de años, las hamacas servían como camas para los indígenas de la zona de Colombia, donde se inventaron y, con los años, se fueron extendiendo por todo el continente. Cuando Colón pisó por primera vez América, no solo descubrió la tierra, sino las hamacas, que las exportó al viejo continente y las convirtió en uno de los objetos más utilizados en las travesías marinas de la época. Desde entonces, las hamacas siempre han servido como objeto de descanso y no como decoración, aunque en los últimos años esas dos funciones se han fusionado en una.
Según un estudio de la Universidad de Ginebra, en las hamacas se duerme muchísimo mejor y de forma más placentera que en una cama. Esto se debe a que el balanceo de la hamaca aumenta las oscilaciones lentas que sirven para la transición entre el sueño ligero y profundo, ayudando a conseguirlo antes. Además, el sueño profundo va ligado a la capacidad de guardar recuerdos en la memoria, así que, por consiguiente, una hamaca ayuda también a la fijación de los recuerdos. Tener una hamaca solo son ventajas y, además, son una de las últimas tendencias de moda. Y, es que, ya no se utilizan como accesorio de jardín, sino que que se han trasladado al interior de los hogares para dar a las habitaciones un aire fresco y original. Las hamacas indoor han llegado pisando muy fuerte en el mundo de las tendencias decorativas para quedarse.
Las hamacas de jardín son ideales para echar una siesta veraniega, un clásico de la época estival. Gracias a su suave balanceo, son perfectas para relajarse y disfrutar de un rato de desconexión. Pero ¿por qué poder disfrutar de las hamacas todos los días del año? Gracias a la nueva tendencia, la hamaca se ha convertido en el mejor aliado del descanso los 365 días del año. Las hamacas son asientos colgantes, al igual que los columpios y balancines entre otros, y, por sus ventajas, se han convertido en el must del momento.
Además de los beneficios de salud que aportan las hamacas y del toque tan chic que aporta en el hogar, también presentan otras ventajas. Las hamacas indoor son muy prácticas ya que que ahorran mucha cantidad de espacio en donde estén colocadas. Al no estar apoyadas en el suelo, no ocupan y, al estar suspendidas en el espacio, no lo rellenan. Por eso, colgar los muebles al techo es uno de las tendencias de moda ya que, al colgarlos, se ganan muchos metros y transmiten más sensación de espacio. Además, aportan mucha personalidad y carácter al espacio, dejando un sello propio en el espacio decorado y, por si fuera poco, son rapidísimas de poner y quitar.
Antes de elegir tu hamaca, tienes que pensar cuál es la que más va con tu estilo y jugar con los colores de la casa. Debido a que están de moda, hay multitud de estilos y tamaños, desde individuales hasta familiares, un sinfín de posibilidades para encontrar con la que más encaje en tu hogar y en tu espacio.
¿Dónde y como colgarlas?
Las hamacas indoor, o hamacas interiores, son muy fabulosas para leer, dormir, descansar o, directamente, no hacer nada. Una de las primeras preguntas que surgen a la hora de adquirir una es, ¿dónde colgarla?. Pues bien, lo más idóneo es tener un salón o un espacio diáfano muy amplio en el que se pueda fijar la hamaca de muro a muro, donde quede extendida en su máxima amplitud. Respecto a cómo tiene que estar colocada, tiene que atender a las necesidades que quieras atender. No es lo mismo una hamaca para ver la televisión que una para leer en el rinconcito de lectura.
No solo se puede poner en el salón, sino que el dormitorio también es un espacio perfecto para albergar una hamaca. Como son habitaciones que no necesitan muchos muebles, queda mucho espacio libre para colgar una hamaca. Aparte de estos dos espacios, las zonas de transición entre el interior y el exterior de una casa, como los balcones o patios, también son zonas ideales para colgarlas.
Materiales
A diferencia de las hamacas de exterior, pensadas para el jardín, las de casa, al no estar expuestas a los cambios climáticos y de temperatura, hacen que puedan tener muchas más posibilidades de tipos de materiales y de telas. El algodón y el lino son los materiales más comunes para las hamacas veraniegas, por ser muy ligeros y transpirable. También son muy comunes las de rejillas y, como no, las de crochet, uno de los estilos más originales y chic del momento.
Colores
La cantidad de colores que se disponen es equivalente a la cantidad de telas que existen en el mercado. Además, las hamacas indoor pueden utilizar cualquier estilo decorativo. Aunque las de color blanco, debido al aporte de luminosidad que dan al espacio, y las negras son las más comunes, también se pude jugar con los estampados. Si se desea optar por un estilo decorativo más mediterráneo, se puede optar por una hamaca de rayas, muy colorida, que aporte un toque bohemio a la estancia. La clave está en jugar con el estilo que se desea conseguir y elegir la mejor tela que combine con el espacio.