Hay quienes dicen que el 'hygge' es el secreto de la felicidad en Dinamarca y que alrededor de todo el mundo deberíamos incorporar este concepto a nuestra vida. Pero surgen muchas dudas, más que nada porque la mayoría de los seres de este planeta no tienen ni idea de lo que es o de lo que puede ser para su vida.
¿Qué es?
Se trata de un concepto que no tiene una traducción fácil, aunque últimamente se ha escrito mucho. Es difícil encontrar una palabra en el castellano que simplifique todo lo que significa porque podría enfocarse desde lo acogedor, desde el bienestar, desde la comodidad e incluso la libertad. Podría decirse en una frase que consiste en la búsqueda de la felicidad en nuestro hogar, disfrutando de las cosas sencillas.
Podría decirse que es eso que sentimos cuando nos sentamos delante de una chimenea con un buen libro entre nuestras manos y una taza de café o té. La filosofía que arrastra este concepto es que tenemos que ser felices con los pequeños detalles del día a día. La decoración 'hygge' ha conseguido convertirse en una de las tendencias del momento, y más por lo que esconde. El siguiente paso es que sepas que tienes que incorporar a tu hogar para que se convierta en une espacio 'hygge'.
Las personas, las grandes protagonistas
Aunque nos creamos que en la decoración lo más importante son las casas, las estancias, es un error. Lo que más importa son las personas, quienes utilizarán los espacios. Las personas que habitan una casa son las protagonistas por lo que habrá que buscar que se sientan a gusto en el espacio habitado.
Antes que buscar un diseño bonito en nuestros muebles, tenemos que buscar la comodidad, sobre todo que nos aporte bienestar. Por ejemplo, al comprar un sofá, lo primero que tienes que preguntarte es si es confortable, y lo mismo con las sillas o el colchón de nuestra cama.
Busca colores serenos
Si tu casa tiene colores 'chillones', nunca podrás relajarte. Los colores neutros siempre suelen ser los más acertados y los que además es más difícil que pasen de moda. Huye de los naranjas, los verdes fuertes o los turquesa y morados oscuros. Utiliza el blanco, el crema o el amarillo claro. También prueba con los colores pastel. Los daneses apuestan en muchas ocasiones por espacios monocromáticos para crear más armonía. Además, es muy importante que apuestes por la simplicidad en tu decoración hygge, no abarrotes los espacios de objetos innecesarios.
Ten en cuenta los pequeños detalles
Aunque no tengas muchos muebles en tu casa, puedes incorporar detalles que den paz a las estancias. Inspírate en recuerdos, en familiares o en viajes, en aquello que te haga sentir bien cuando lo veas. También puedes usar elementos artesanales o reciclados que consigan contar alguna historia. Son esos detalles los que consiguen que una casa sea única y distinta.
Que no falten la naturaleza y el verde
Otro elemento imprescindible en cualquier casa es la madera, porque consigue trasladarte a la naturaleza. Lo mismo consigues si tienes plantas, ¡así que no te olvides de tener algo verde en tu hogar! La madera en cualquiera de sus variedades consigue aportar calidez. Mezcla texturas y te encantará el resultado.
Da mucha importancia a la iluminación
En los países nórdicos, como en Dinamarca, las horas de luz son más escasas que en España, y es por eso que suelen tener cortinas muy finas para aprovechar al máximo la iluminación natural. La chimenea también puede ser una opción, porque además de calentar, consigue iluminar. Aprovecha siempre que puedas para apagar las luces, saca velas y crea climas de bienestar.
Aprende a disfrutar de la soledad
Esta es otra de las reglas de este movimiento o forma de vida. Y es que los daneses lo tienen claro. Cada persona necesita su espacio, su momento de soledad para poder disfrutar de sus hobbies, ya sea leyendo un buen libro, dibujando, o viendo una buena serie. No renuncies a los placeres que solo tú sabes disfrutar.
Crea espacios propios, alejados de lo común y de tu trabajo, para conseguir desconectar. Créate un rincón de manualidades, o de música, de lo que más te guste, pero no te prives de disfrutar de tus pasiones más allá de las relaciones personas, que también son muy importantes, aunque hay tiempo para todo.
Disfruta de no hacer nada
Puede que este sea el concepto que esté más en la cúspide de esta filosofía de vida. Tienes que saber aprovechar los ratitos que tengas libres, como por ejemplo una hora extra durmiendo, leer en un rincón perdido de tu casa, tomarte un té, ver una película, escuchar música con los ojos cerrados o simplemente no hacer nada. Olvídate del móvil, del ordenador, de cualquier dispositivo y disfruta de lo que tengas frente a ti, esa es la esencia de la vida.