El método KonMari está revolucionando los hogares de todo el mundo. Esta nueva forma de reordenar la casa que ha inventado Marie Kondo y que bien especifica en su libro 'Magia del Orden', se ha convertido en la gran pesadilla de las personas desordenadas.
Se trata de una manera de ordenar el hogar de forma sencilla y adecuada, sin que nos quite demasiado tiempo. Para hacerlo de forma correcta habría que comenzar con lo más sencillo, que sería la ropa y seguir con los libros y papeles, para acabar con los objetos sentimentales, que serían los más complicados.
Lo más recomendable es hacerlo a primera hora de la mañana que es cuando se tienen más fuerzas, sin ruidos de fondo que puedan molestar y visualizando que hay mucho tiempo por delante para realizar esta clasificación. Además, es mejor hacerlo solos, para que nadie influya sobre nuestras decisiones. Si con algo hay que quedarse, es con los objetos que nos hacen felices, aquellos que despiertan sentimientos o emociones nada más verlos.
La parte positiva de esta forma de ordenar la casa, es que nos llevará poco tiempo, sin embargo, es muy fácil cometer errores. Estos son los más comunes:
Error 1: Comenzar a ordenar y dejarlo a medias
Lo mejor es aplicar el método en toda la casa y de una sola vez en el menor tiempo posible. De esta forma se evitará que aparezcan los primeros síntomas de la pereza, que harán que nos distraigamos con cualquier cosa y dejemos la labor a medias.
De hecho, si solo se ordena una habitación o un espacio de la casa, cuando se visualicen las demás estancias de la vivienda y se percibirá el desorden, en poco tiempo el trabajo realizado no habrá servido de nada, ya que volverá todo a su estado incial. Por lo tanto, lo mejor es hacerlo todo de una vez y convertirlo en un momento de celebración.
Según describe Kondo, ver el hogar completamente ordenado genera tal impacto visual, que el desordenado se pensará dos veces dejar las cosas fuera de su sitio.
Error 2: Ordenar por ubicaciones y no por categorías
Este es otro gran error que se comete cuando se reorganiza la casa. Ordenar por ubicaciones no es la solución, en cambio, si se agrupa todo lo que se tiene de una misma categoría, es más fácil identificar lo que se necesita de lo que no. De hecho, esta forma lo que permite es visualizar la cantidad de cosas que tenemos de algo, como por ejemplo de ropa.
Es muy común tener la ropa guardada en diferentes estancias de la casa, desván, trasteros, armarios, etc. Por lo tanto, si se organiza por ubicaciones no seremos conscientes de todo lo que tenemos, lo que complicaría la tarea de selección.
Las categorías para ordenar el hogar -de menor a mayor dificultad- que propone el Método KonMari son las siguientes:
1. Ropa
2. Libros
3. Papeles
4. Objetos varios
5. Objetos sentimentales
Error 3: Evitar los períodos de crisis
Las ganas locas de ordenar suelen llegar en períodos de crisis, es decir, cuando hay algún evento próximo que nos causa algún tipo de alteración, como puede ser una fecha importante, un viaje, un examen etc. Como Marie Kondo explica en su libro, esto se debe a que nuestro cerebro está buscando algún tipo de distracción con el que olvidar el evento que nos causa incertidumbre.
Esto genera caos en nuestro interior, lo que de verdad pide el cuerpo es que organicemos nuestras ideas, no el desorden del hogar. El verdadero problema de organizar en períodos de crisis es, que cuando pasa, se tiende a olvidar la tarea y todo vuelve al estado caótico inicial.
Error 4: Hacerlo en compañía
Organizar por categorías es una tarea de lo más ardua, por eso, hay que evitar que alguien estropee nuestros logros. Esta fase se basa en eliminar de nuestras vidas todos aquellos objetos que hemos dejado de considerar útiles y que han pasado a ser un estorbo.
Esta es una de las fases que más fácilmente pueden verse arruinadas, ien porque aparezca tu madre, tu chico o una amiga y pronuncie la terrible frase: "¿De verdad vas a tirar eso?", que mandaría al traste todos nuestros avances. Es entonces cuando llegan los remordimientos y, a veces, se llega a recuperar objetos de la bolsa de basura. Por lo tanto, ¡aprovecha los momentos de soledad!
Error 5: Dar los objetos a alguien conocido
Este es uno de lo errores más comunes, de hecho, guarda relación con el anterior. A la hora de tirar ciertos objetos, preferimos regalárselos a alguien conocido porque sentimos culpabilidad. De esta forma no llegamos a desprendernos del todo de ellos, sino que le cargamos el muerto a otro.
Lo que hay que pensar es si la persona a la que se va a hacer el obsequio lo necesita realmente o si está dispuesto a pagar por ello. Si por el contrario, lo que siente es una carga o una obligación, es que no lo quiere y le estamos obligando a quedarse con ello. Está actuando el sentido de culpabilidad, ¡hay que tirarlo!
Error 6: Guardar sin tirar
Si en algo se basa el método Konmari, es en tirar todo aquello que sobra en casa. Si se procede a organizar antes de tirar, se estaría realizando mal, ya que los pasos a seguir para hacerlo adecuadamente son los siguientes: primero identificar lo que ya no es útil y después organizarlo por categorías.
Uno de los errores más comunes en los que se puede caer dentro de este proceso de eliminación, es pararse a pensar dónde o cómo se podrían guardar los objetos. Hay que tirar para después guardar, si no se podría perder la motivación y abandonar la tarea a la mitad.
Error 7: Olvidar lo que se va a tirar
Este es sin duda alguna, uno de los grandes errores que se cometen. Por lo general, se tiende a pensar en los objetos de los que nos vamos a deshacer, en vez de centrar nuestra atención en aquellos que queremos a conservar. Seguir las reglas tradicionales para tirar las cosas que sobran en nuestros hogares, no es la solución para el método KonMari. Tal y como Kondo afirma en su libro, utilizar esta metodología haría que el el caos volviera antes o después a nuestra vida.
Por ello, el criterio a seguir sería el de quedarnos solo con lo que nos haga feliz. Aquello que se coge entre las manos y transmite buenas vibraciones en forma de grandes recuerdos. Aunque también hay que pensar en si siguen cumpliendo el objetivo con el que fueron comprados, en caso de no ser así, lo mejor sería que los tiráramos a la basura.
El método KonMari es uno de los más sencillos para conseguir que el orden llegue de forma definitiva a nuestras casas. Aunque se adueñe de unas cuantas horas de nuestro tiempo en un primer momento, se revelará como uno de los más útiles, ya que el impacto visual que genera el verlo todo recogido, hará que nos planteemos dos veces dejar las cosas fuera de su sitio.