Tener una piscina en casa es una alternativa perfecta a esos días de verano en los que el calor nos gana una batalla y necesitamos refrescarnos de manera constante. También es ideal para esas fiestas de noche de verano donde todo se vuelve de un ambiente mucho más glamuroso a la par que fresco para evitar que se te pegue la ropa al cuerpo. Tener una piscina en casa es genial para conseguir ese bronceado perfecto donde además puedes llegar a contar con la privacidad de no tener marca ninguna de prenda de baño. Pero, tener en una piscina en casa también cuenta con un mantenimiento que debes conocer y llevar a cabo para que tu piscina siempre esté en sus niveles más óptimos, sobre todo si decides mantenerla llena tanto en verano como en invierno.
Cuando tienes una piscina en casa, sabes que debes tomar las medidas oportunas para un correcto mantenimiento, para que esté en los niveles correctos del agua y no tienda a ponerse verde. Esto es mucho más fácil en verano, donde nos limitados a activar los filtros en unos horarios concretos que incluso pueden programarse de manera automática para que se realice en las horas del día en las que no vamos a tomarnos ningún baño de forma habitual. También es importante el mantenimiento del agua -en caso de que tu piscina no sea de agua salada, siendo cada vez más comunes- a través de los desinfectantes creados con el cambio de las pastillas de cloro, y tener siempre un nivel que controle el pH del agua y la temperatura de la misma.
Pero cuando termina el verano y los días empiezan a ser más fríos, no nos apetece tanto darnos un baño diario o refrescarnos y hacer largos en la piscina, por lo que esta pasa a un segundo plano y acaba en el olvido. Es en este momento en el que también tenemos que tener en cuenta el mantenimiento de la piscina, para que pueda volver a estar en sus plenas facultades cuando vuelva a empezar la época estival.
¿Cómo realizar el mantenimiento de la piscina?
Como hemos comentado, durante el verano es natural que estés más pendiente de los niveles de agua de la piscina, por lo que es habitual el conocimiento de la misma.
Es ideal que los filtros estén siempre limpios y en constante funcionamiento al menos dos veces al día, por lo que lo mejor es contar con uno de esos sistemas que permiten programar el funcionamiento de los mismos y realizarlos en las horas del día en las que es menos habitual que haya alguien dentro de la piscina, esto es durante la noche y a mediodía.
Otra cosa importante para mantener el agua limpia es pasar el limpiafondos manual en función del ambiente en el que se encuentre tu piscina y siempre estar pendiente de las posibles hojas e insectos que puedan caer en el agua, por lo que es recomendable contar con una red cerca para poder sacar el elemento en el mismo momento en el que lo encontramos.
Además del componente higiénico hay que tener en cuenta otros factores más relacionados con la composición del agua, ya que puede llegar a afectar a la salud de las personas que se tomen baños en la piscina, por lo que es ideal que el agua pase sus controles de cloro, que ayudan a desinfectarlos. Es además ideal contar con un constante medidor del pH del agua, que debe estar entre 7,0 y 7,6 para, en caso de que haya alguna desviación, ésta pueda ser corregida.
Pero cuando pasan los meses de calor, existe el gran dilema de qué hacer con la piscina, ante la que nos encontramos con dos opciones, mantenerla llena o vaciarla. Desde Bekia recomendamos que siempre la piscina se encuentre llena, pero realizando el mantenimiento adecuado, ya que esto supondrá un ahorro económico y de agua muy importante tanto para ti como para el medioambiente.
El procedimiento para mantener una piscina en invierno es muy sencillo si sigues los pasos adecuados. Para ello lo principal es dejar la piscina limpia una vez deje de ser utilizada. Es importante pasar cada 2 o 3 semanas el limpiafondos automático para que no llegue a formarse verdina en el suelo y las paredes de la piscina, lo que mantendrá el agua limpia.
Por otro lado el agua debe seguir con los niveles ideales de conservación y de pH, por lo que es ideal que mantengas los medidores durante todo el año y los observes de manera regular para que esté controlado y puedas estabilizarlos.
Es ideal contar con una cubierta del tamaño de la piscina para que el agua evite la suciedad producida por las hojas, los insectos o el polvo, lo que resultará mucho más económico si además la mantienes sin rasgaduras y su superficie se encuentra limpia. En el momento en que las temperaturas vuelvan a subir, te bastará con apartar la cubierta pues el agua seguirá mantenida en las condiciones idóneas.
Si decides no utilizar una cubierta o no quieres contar con este instrumento, tienes la opción de seguir aplicando controles de cloro que mantengan el agua desinfectada, y otros productos para el invernaje de la piscina que puedes encontrar en tiendas especializadas para que el agua no pierda su calidad.
Dependiendo del clima de la zona en la que te encuentres debes tener en cuenta los niveles de lluvia que pueden afectar al nivel de agua de tu piscina. Ante esto también debes tener en cuenta dos cuestiones: el nivel de agua debe bajar ya que puede llegar a rebosar a causa del agua de las lluvias torrenciales, lo que puede suponer un problema en las tierras que rodean a tu piscina. La otra cuestión a tener en cuenta es que puedes aprovechar este agua de la lluvia para mantener tu piscina a través de filtraciones de esta agua, aprovechándola para no tener que volver a llenarla cuando llegue la época estival.
Cualquier opción es correcta siempre y cuando tengas en cuenta las calidades que necesita el agua de tu piscina para el correcto baño de las personas que van a disfrutar de esta maravillosa manera de refrescarse en verano.