El dicho "Las modas siempre vuelven" se ha convertido en todo un clásico, pero lo cierto es que, en este caso, no podría ajustarse mejor a la realidad. Y es que, si pensabas que el oro y sus tonos eran cosa del Barroco y de estancias tipo palaciegas y de ambientes adinerados, estabas equivocado. Este material acaba de aterrizar de nuevo en el ámbito de la decoración y, a decir verdad, parece que no tiene intención de marcharse.
Sin embargo, no es el único, porque el mármol también ha regresado para quedarse. A pesar de que ambos son dos de los materiales que tradicionalmente han quedado ligados a la exclusividad por sus excesivos precios, hoy día la realidad es bien distinta. Ahora bien, la clave para que el mármol y el oro funcionen en la decoración es utilizarlos en las proporciones adecuadas ya que, de esta forma, darás un toque sofisticado y elegante a cualquier estancia de tu hogar.
Pequeños detalles dorados
Tanto el oro como el mármol son dos materiales muy recargados que, en primer lugar, combinan mejor en habitaciones con paredes blancas en lugar de en ambientes oscuros, además de que deben usarse con moderación. Si quieres añadir un toque elegante al salón o alguna de las habitaciones, puedes optar por este color para el marco de tu espejo, de una fotografía que tengas en la estantería o para ese cuadro o lámina que tienes colgada de la pared.
Por otro lado, ten en cuenta que, en ambientes diáfanos y muy claros, el dorado contribuirá a dar color a una estancia que de lo contrario sería muy homogénea y carecería de cualquier tipo de contraste. No obstante, no son las únicas opciones con las que puedes sumar el oro a tu propia decoración porque por ejemplo en el baño o incluso en la cocina también puedes añadiendo tiradores de esta tonalidad a las puertas de los armarios o de los cajones.
En el caso de las habitaciones, lo más recomendable es optar por cojines o pequeños elementos decorativos como velas, jarrones o estatuas bien distribuidas. Y es que uno de los peligros de este color es que, si no lo colocas en el lugar adecuado, el resultado puede ser totalmente opuesto a la sofisticación que esperabas. Si bien hemos mencionado que sus mejores aliados son las tonalidades blancas, lo cierto es que no son las únicas: el negro o incluso el púrpura son una de las combinaciones de moda. En este último caso lo más recomendable es que la mezcla se vea en pequeños detalles porque, al tener ambos colores mucha potencia, podría provocarte a ti y a tus invitados cierta fatiga visual.
Los múltiples usos del mármol
Ya hemos nombrado los múltiples usos, ventajas y recomendaciones para aportar ese toque dorado a tu hogar, pero ¿y si además lo quieres combinar con el mármol? Es otro de los materiales en alza desde hace unos años y, curiosamente, junto al dorado ofrece una decoración con la que estarás a la última.
Tradicionalmente el mármol se ha utilizado para el baño o las cocinas, convirtiéndose así en el rey para este tipo de estancias, tanto para lavabos como para encimeras y por ello siempre se ha identificado con la sobriedad. No obstante, esto ya no es así porque ahora las mesas también pueden ser de mármol. En este sentido, lo más recomendable es que estas sean de pequeño tamaño fundamentalmente por dos motivos: por un lado, el precio ya que, quizás, utilizar mármol para una mesa de comedor puede incrementar el precio considerablemente y, por otro lado, porque este material en una de mayor tamaño puede dar lugar a una decoración demasiado recargada.
Son muchos los tipos de mármol que existen: rojo, negro o crema, entre otros. Sin embargo, el blanco es sin duda el más utilizado por sus posibilidades para combinarlo, así como por la pureza y la luminosidad que da a cualquier habitación, destacando sobre todo el de Carrara. Este es sinónimo de elegancia y poder adquisitivo y, aunque su precio es bastante elevado, si buscas un toque de distinción, con este lo conseguirás seguro.
Ahora bien, debes tener en cuenta que el mármol es un material muy sensible y que son muchas las precauciones que debes tener en cuenta. En este sentido, evita colocar elementos u otros utensilios que desprendan mucho calor sobre dicha superficie pues, de lo contrario, se quedaría la marca en el mármol y quitarla es prácticamente imposible.
Por otro lado, ¿a quién no le gusta tener la decoración de su hogar acorde a la moda del momento?. Si bien ha habido épocas en las que las tendencias eran de lo más asequibles y, por lo tanto, todo el mundo podía sumarse a ellas, esto no siempre ha sido así. En este sentido, el mármol y el oro han sido los dos grandes reyes de la exclusividad, pero eso ya no es un problema. Existen, por ejemplo, papeles que imitan el acabado del mármol con los que puedes forrar paredes, puertas u otras piezas del mobiliario con los que conseguirás la estética de dicho material sin tener que hacer frente a su elevado coste.