El estilo scandi pink y mint es una variante del estilo nórdico que añade un toque de color a los espacios. Con esta manera de dar un poco de alegría al hogar se consigue que la estancia sea más acogedora sin perderse las características del estilo escandinavo.
Con el estilo nórdico conseguirás que la luz llene tu estancia. Para que así sea, procura tener las ventanas al descubierto, y si es necesario que las tengas que cubrir, hazlo con tela muy fina, con tejidos finos y telas de fibras naturales.
Colores finos pero sin sobrecargar
La clave de este estilo es añadir a tu decoración colores pasteles supervitaminados y es que los colores pastel no dejan de ser tendencia. El verde menta, el rosa cuarzo, los colores coral, azules o incluso amarillos crean atmósferas muy alegres y también ligeras. Pero si quieres decantarte por varios, el mint y el rosa combinan muy bien en la decoración junto al blanco. Estos colores siempre han ido muy bien en las habitaciones infantiles, pero cada vez se usan más en cualquier estancia de la casa, dando personalidad y calidez.
Lejos de estos colores, no te olvides del blanco porque es uno de los indispensables. Los muebles y las paredes pueden ir del mismo color, incluyo complementos que consigan que fluyan las buenas energías. El color blanco irradiará luz y añadirá calma. Los complementos, que serán de color, tampoco pueden sobrecargar la estancia. Muy de la mano del estilo minimalista, el estilo scandi pink & mint huye de lo sobrecargado. Apuesta por muebles sencillos o modulares, que primen las líneas rectas que generan mayor amplitud visual, dejando pasar la luz. Lo mejor es que los complementos sean funcionales.
Los complementos, indispensables
Puedes añadir un toque en las lámparas, los cojines, alfombras, marcos de fotos, o incluso en las butacas, sillas o sillones, pero sin pasarte. Encuentra los adornos que más se ajusten a tu estilo y dale una personalidad a cada estancia de tu hogar.
Madera siempre
Si hay algo que consigue que un espacio sea mucho más cálido es la madera, porque en el estilo nórdico también es indispensable. Los hogares del norte de Europa nunca se olvidan de este material, y puedes adaptarlo como mejor prefieras, del mismo modo también puedes añadir un toque de color pintando las patas de tu mesa o tus sillas en color blanco o pastel.
Por otro lado, además de incorporar el toque verde gracias al color mint, puedes hacerlo a través de las plantas ornamentales de interior. Puedes colocarlas en alguna estantería, colgarlas en el techo o simplemente ponerlas en el suelo. Con plantas conseguirás una estancia muy fresca y sobre todo natural.
Otra de tus opciones en este tipo de decoración es añadir diseños geométricos que además son tendencia y se fusionan perfectamente con este estilo. Puedes añadir las formas geométricas en los textiles, en las paredes, en forma de papel pintado o incluso en estanterías. Seguro que el resultado te sorprende y consigue dar armonía a tu habitación.