Los mandalas se han vuelto muy populares en los últimos años, y aunque parezcan una simple figura decorativa, lo cierto es que esconden un gran significado detrás. Los mandalas tienen su origen en la India y son representaciones simbólicas del cosmos, representaciones de la composición fractal del universo y de la naturaleza. 'Mandala' es una palabra de origen sánscrito que significa 'círculo', un elemento geométrico a partir del que se componen estas figuras, lo que refuerza su representación de la unidad, la armonía y la infinitud del universo mediante el equilibrio de los elementos visuales. Además, para muchas religiones, la forma circular es un espacio sagrado, probablemente porque representan la idea de la perfección.
El poder de los mandalas
Aunque los hindúes fueron los primeros en usar los mandalas como un elemento espiritual, lo cierto es que se han encontrado estas figuras en otras culturas y religiones en las que se les dota de diferentes usos y significados. El budismo es otra de las religiones en las que se utiliza el mandala como un símbolo espiritual. Para los budistas, un mandala está relacionado con la meditación, y por eso mismo los monjes budistas elaboran mandalas de arena o piedras molida coloreados de forma natural a través de los cuales crean un camino que refleja las experiencias y sentimientos de quien lo diseña. Para crear un mandala se parte de un punto concéntrico, a partir del cual se van elaborando diferentes formas que representen aquello que los artistas quieran reflejar y conectar, encontrando de esta forma la conexión entre la obra y el artista.
Los mandalas no solo tienen un significado espiritual, sino que también son figuras utilizadas por muchas personas para controlar el estrés, como método de relajación. Crear o simplemente colorear mandalas supone una gran liberación para la mente, ya que durante dicho proceso se dejan volar aquellos pensamientos que tanto atormentan. Mucha gente utiliza los mandalas no solo para crear un camino de experiencias sino para encontrar la paz, tanto mental como espiritual.
La elaboración de mandalas no solo se utiliza como método de meditación o relajación, sino que en muchas ocasiones también se incluye dentro de lo que se conoce como arteterapia. La arteterapia busca facilitar un cambio significativo en las personas a través de diferentes medios artísticos atendiendo al proceso creativo, a las imágenes que produce y a las preguntas y respuestas que estas promueven; es decir, la arteterapia utiliza un proceso creativo artístico con fines psicoterapéuticos. La elaboración de mandalas es una buena forma de llevar a cabo la arteterapia, ya que a través de la creación de los mismo se pueden activar mecanismo internos de la conciencia que permite expresar ciertos contenidos, ordenarlos y darles un sentido.
Ideas para decorar con mandalas
Aunque los mandalas parecen ser un método curativo en muchos sentidos, es necesario tener en cuenta que no a todas las personas les funciona. No todo el mundo es capaz de conectar con estas figuras geométricas; pero para aquellas a las que les guste crear, colorear o incluso simplemente observar mandalas, una buena forma de hacer todo eso es introduciéndolos en las decoración del hogar. Los mandalas son la mejor opción para decorar un hogar si lo que se quiere es utilizar elementos con significado y que a la vez aporten un ambiente de relajación.
Hay muchas formas de decorar el hogar o simplemente un estancia utilizando mandalas. En este artículo os vamos a dar algunas ideas con las que se pueden utilizar los mandalas en el hogar para conseguir un ambiente cargado de equilibrio y paz, o simplemente introducirlos como elementos decorativos. Para ello, es necesario conocer primero el significado de los colores que van a acompañar a los mandalas, de esta forma, podremos elegir las tonalidades en función de lo que se quiera transmitir:
- Negro: se relaciona con la muerte, el misterio o la ignorancia. Lo profundo, la tristeza.
- Blanco: iluminación, pureza, la nada, el todo por hacer.
- Gris: color de la neutralidad, la sabiduría y la renovación. Calma y espera.
- Plata: capacidades extrasensoriales, emociones fluctuantes, bienestar.
- Verde: naturaleza, crecimiento y esperanza, libertad, felicidad.
- Azul: implica tranquilidad, alegría, satisfacción y paz.
- Rojo: amor, pasión y sensualidad. Energía pura.
- Amarillo: color del sol, de la luz y de la simpatía irradiada.
- Oro: sabiduría, claridad, lucidez, vitalidad.
- Naranja: energía, dinamismo, ambición, ternura, valor.
- Rosa: aspectos femeninos e infantiles, dulzura, altruismo, paciencia.
- Morado: amor al prójimo, idealismo y sabiduría. Contemplación.
- Violeta: música, magia, espiritualidad, transformación, inspiración.
Pintar mandalas en paredes y muebles
Una buena forma de introducirse en la creación de mandalas para buscar la paz y la relajación es a través de la pintura de los mismos en las paredes o los muebles de la casa. Para ello, simplemente hace falta una superficie, preferiblemente lisa, pinceles y pintura apta para la superficie que se quiera pintar. En este caso se puede dejar volar la imaginación, creando un mandala desde cero, o también se puede utilizar una plantilla en la que venga un mandala preestablecido. Es conveniente que a la hora de pintar un mandala se tengan en cuenta los colores de la estancia en la que se va a ubicar, de esta forma se podrá pintar el mandala con unos tonos que vayan acorde al resto de la decoración, de tal forma que se integre como un elemento decorativo más. Algunas ideas para llevar a cabo con este método de decoración son:
- Creación de un cabecero con un mandala pintado encima de la cama.
- Un gran mandala encima del sofá.
- Un mandala en el techo de la habitación justo encima de la cama para poder verlo mientras se está tumbado.
- Pequeños mandalas en los muebles de la habitación o de la entrada.
Mandalas tallados en madera
Otra forma de decorar un hogar con mandalas es a través de los cuadros o cabeceros de madera que tienen tallado un mandala. Si se es muy manitas y se sabe trabajar la madera, es aconsejable hacer estos elementos decorativos de forma casera, ya que quedarán piezas más originales y es una opción mucho más barata. Pero, si no se tiene esa maña, en el mercado hay muchos elementos de madera tallados con forma de mandalas. Esta es una buena opción para decorar la cama con un cabecero o las paredes, aportando la calidez tan característica de la madera.
Telas con estampado de mandalas
Quizás la forma más conocida y extendida de decorar una estancia con mandalas es a través de las telas que incluyen este elemento como estampado. Es quizás la forma más sencilla, rápida, barata y versátil de decorar un hogar con mandalas. Este tipo de telas se pueden encontrar, de diversos colores, tamaños y con diferentes diseños en muchas tiendas de decoración, en mercadillos medievales o incluso en bazares. Una buena opción es colocar una tela ocupando una pared entera o como cabecero detrás de una cama. También se pueden utilizar como cortinas, alfombra, ropa de cama, para cubrir un sofá o como funda de cojín.