Qué es una cocina integral

La cocina es una estancia de la casa que ha cobrado protagonismo desde hace ya muchos años. Fue en los 50 y 60 cuando empezó a revolucionarse este espacio con electrodomésticos más sofisticados pero también llamativos que hiciesen gran parte de la ardua tarea del cocinado y que convertirlo en algo más ameno. La idea era convertir este cuarto en uno de los más vivos del hogar y trasladar la vida familiar allí. A esto le acompañaba que cada vez se estaba más tiempo en casas y también más juntos a la hora de las comidas.

Este tipo de cocinas integran todos los electrodomésticos como parte del mobiliario

Pero una vez superada esta moda de los llamativo y 'extravagante' se empezó a pensar más en otros muchos factores. Ya era un espacio al que se le dedicaba gran parte del día pero al fin y al cabo lo principal era cocinar. Por este mismo motivo se empezó a dejar de lado un poco más decoración y se le prestó más atención a otros aspectos como la funcionalidad, la armonía y cierto estilo más sobrio. Y es aquí cuando nace el concepto de cocina integral.

¿Qué es una cocina integral?

Se puede definir entonces una cocina integral como aquella cocina que integra todo los elementos necesarios de una forma funcional, armónica y con un estilo sofisticado. Por eso es también de gran importancia aprovechar y optimizar todos los espacios de forma útil y que ninguno de los elementos esté colocado de forma aleatoria. Además de una buena planificación, este tipo de cocinas también se caracterizan por integrar tanto el mobiliario como los electrodomésticos en una misma línea estética de forma que nada nada sobresalga sobre el resto y mantenga un equilibrio en el diseño. La forma más común (y sencilla) de lograr esto es que el frontal de todos los electrodomésticos sea igual que el resto de muebles. Es decir, que a simple vista no se sepa donde está, por ejemplo, el horno o la nevera. De esta forma será un compartimento más de todo el mobiliario y no llamará la atención sobre el resto. Lo que también se puede hacer es que los electrodomésticos sea del mismo color que los muebles pero esto ya rompe un poco más con la tradicional armonía de las cocinas integrales debido a ser un elemento que llamará la atención por su propia ornamentación.

Puedes apostar también por los colores llamativos

La importancia de los muebles

Más allá de los elementos a simple vista estéticos también es de vital importancia que cada uno de los componentes de esta cocina esté perfectamente pensado y sea funcional. Es decir, que cada cosa se pueda guardar donde le corresponde haciendo luego el cocinado algo mucho más rápido y sencillo. Por poner un ejemplo: es muy común que, de no tener el horno o el microondas encastrable justo debajo de la propia cocina (de gas, vitrocerámica o inducción), lo perfecto sería que en ese espacio hubiese un cajón de tamaño considerable para guardar ollas y sartenes. De esta forma a la hora de necesitarlas estarán al alcance de la mano. También los espacios en sí son importantes. Estas cocinas se caracterizan por optimizar el espacio al máximo. Si es una cocina grande se puede tomar un poco más de licencia a la hora de distribuir la cocina; pero en el caso de las más pequeñas la razón que lleva a elegir la cocina integral como decoración es amortizar al máximo el espacio reducido. Por ello ha de planificarse mucho antes de llevarla a la realidad. Muchas veces los muebles cuando hacen esquina pierden cierto espacio y esto es algo que se puede solventar si se reconoce el problema desde el principio.

Diferentes estilos

Aunque el concepto de 'cocina integral' tiene bastante delimitadas sus características y reclama atención a muchos aspectos, a la hora de elegir un estilo se permite un poco más de libertad. Lo importante es que se cumplan a rajatabla todo lo mencionado anteriormente, lo demás ya se rige por el gusto personal. Bien es cierto que la decoración más moderna y minimalista es la perfecta para este tipo de estancias de la casa ya que los colores suelen ser neutros (como blanco, negro o gris), de líneas limpias y rectas y que a simple vista ya generan una armonía.

También se puede escoger un estilo más rústico

Pero esto no quiere decir que otros estilos no sean permitidos. Otro de los más característicos es el rústico. Este sigue manteniendo la armonía en cuanto a la funcionalidad e integración de todos los elementos pero en esta caso la madera y cierto toque de ornamentación son los que predominan en la estancia. También se puede optar por la opción de los colores y lo llamativo. Unos simples muebles lisos pero en lugar de tirar por la gama cromática blanco-negro se opta por cualquier otro color. Puede ser un tono más pastel como un crema, un azul, un rosa; o ser más arriesgado y optar por un rojo intenso, verde pistacho, etc.

Esto demuestra que una concina integral no tiene porqué convertir la cocina en el espacio más aburrido de la casa. Todo lo contrario, lo único que pretende es hacer de esta estancia es un espacio mucho más armonioso tanto a la hora de cocinar y como de convivir en ella.