Nuestro hogar suele ser el lugar donde nos sentimos más cómodos y donde nos solemos refugiar tras un largo día de trabajo, un viaje disfrutado o bien una jornada intensa fuera de casa por ocio o de recados. Sea como sea, es en casa donde podemos sentirnos a gusto, descansar y hacer aquello que más nos gusta, aunque sea procrastinar y disfrutar de no hacer nada.
Sin embargo, con tal de poder sentirse uno realmente a gusto en el hogar es esencial que la disposición del mismo sea la correcta. Es decir, que si la casa está llena de objetos o muy desordenada, será difícil que sus inquilinos puedan sentirse cómodos, a la par que tendrán problemas a la hora de tenerla siempre limpia y ordenada o para encontrar las cosas cuando más las necesiten.
Además del orden y la limpieza, básicos en cualquier casa para el bienestar y la salud de todos aquellos que la habitan, es esencial también tener en cuenta la disposición de los muebles. Existen filosofías de vida que basan sus ideales en la decoración del hogar. Seguramente hayas oído hablar en más de una ocasión del Feng Shui, quizás la más popular, que se basa en orientar los muebles de la casa en ciertas direcciones, de manera que pueda serte más positivo, no solamente en cuanto a higiene y orden, sino también en cuanto a las buenas energías que podrá transmitir así tu vivienda.
En la actualidad son muchas las filosofías de vida y decoración parecidas al Feng Shui que existen. Por eso, tanto si te estás mudando a una casa nueva como si quieres darle un cambio a la actual, puedes basarte en estas teorías con tal de determinar cuál será la mejor disposición de tus muebles, sobre todo después de haber hecho limpieza y haber ordenado bien aquellos objetos que realmente necesites y que creas que son esenciales y debes conservar.
El estilo Jomo
Todos los estilos de decoración que existen en nuestros días suelen ser bastante parecidos. Como con la vestimenta y los complementos existen modas que la gente sigue, por lo que es normal que veamos muchos hogares con disposiciones parecidas. Por ejemplo, los muebles de diseño escandinavo, la decoración sencilla y minimalista y los colores claros, dejando que entre mucha luz en la vivienda, son los más demandados.
Sin embargo, todas estas tendencias de decoración tienen pequeñas diferencias entre ellas. La última en aparecer ha sido el estilo Jomo. Este se basa en la vuelta a mundo previo a todas las punteras tecnologías que nos rodean y lo que quiere el Jomo es volver a ser uno mismo en el hogar, es decir, dedicarse tiempo para leer con butacas individuales dispuestas en lugares apartados del resto de los inquilinos, zonas de tertulia con dos sofás, por ejemplo, uno delante del otro con una mesa baja en medio para poder tomar un té o un café y siempre con la televisión en otra sala o inexistente en toda la casa.
Jomo son las siglas en inglés de 'Joy of missing out', es decir, 'disfrute de quedarse fuera', por lo que las personas que decoran el hogar con esta filosofía prefieren no saber qué es lo que sucede constantemente en las redes sociales ni en las nuevas tecnologías. Por eso, este tipo de decoración defiende las formas clásicas, con muebles de madera y sencillos, sin demasiados ornamentos y que nos recuerdan también a la disposición nórdica, dejando entrar mucha luz natural y con muchas zonas amplias, para sentirse más cómodo y con más espacio en la vivienda.
Los colores más solicitados en el estilo Jomo son los marrones, crema y blancos. Lo que se busca es conseguir mayor serenidad en el hogar, que será el lugar donde podremos desconectar del mundo y de la tecnología que nos absorbe y nos rodea, consiguiendo la paz y tranquilidad de la lectura o de las relaciones sociales. Para ello, deberemos intentar dejar estancias sin soportes para ordenadores, televisores o demás elementos electrónicos que nos conectan con el mundo y que van en contra de esta filosofía de vida y de decoración.
Como quizás no será tan sencillo desconectar de tal modo en la sociedad en la que vivimos, puesto que muchos necesitamos la tecnología para subsistir, lo mejor será que, según el estilo Jomo, destinemos una estancia para ella y que preferiblemente no sea donde pasemos la mayor parte de nuestro tiempo en casa. De este modo podremos seguir parcialmente conectados, hacer nuestro trabajo que es necesario para nuestra subsistencia, pero también disfrutar del hogar como un refugio sin conexión en los momentos durante los cuales precisemos descansar y gozar de nuestro tiempo libre como más nos guste, ya bien sea leyendo en soledad en un rincón sereno y bien iluminado o disfrutando de un té caliente con los amigos, familiares o pareja mientras se tiene una interesante o divertida conversación.