Muchas personas que tienen la suerte de contar con un gran espacio en el jardín o en el exterior de su casa optan por plantar algún árbol con el fin de darle un toque diferente y distintivo a su jardín. Uno de los principales objetivos de las plantas es aumentar la belleza del jardín. Aunque dejando a un lado la estética del hogar, tener un árbol en el jardín tiene otras muchas ventajas como que se logrará tener sombra, el color que aportan las hojas del árbol o, incluso, puede ser un árbol que llegue a dar frutos.
Pero, entre todas las especies que podrían aportar algo de diferencia a cualquier jardín sin lugar a dudas, son los magnolios, uno de los árboles más bonitos por sus perfumadas y enormes flores. Descubre todas sus características, la posible dificultad a la hora de su multiplicación y la preferencia de suelos para que su cultivo vaya bien. Presta atención a todas los consejos para lograr un magnolio fuerte y sano en tu jardín.
Las características de los magnolios
El 'Magnolio grandiflora' o más conocido como magnolio, es un árbol que no tiene un crecimiento muy rápido, más bien todo lo contrario. Su rimo es lento y va creciendo poco a poco cada año. Por lo que para poder alcanzar un tamaño grande como los que se encuentran en los alrededores del Museo del Prado, en Madrid, tendrán que pasar unos cuantos años.
Esta especie de árbol es nativa de los Estados Unidos, para ser más exactos del sureste del país, Texas y Florida. Esto hace que el magnolio se adapte con mucha facilidad a los climas que tengan unas temperaturas cálidas. Este árbol tiene goza de tener las hojas perennes y puede llegar a alcanzar alturas cercanas a los 30 metros. Y en cuanto sus características morfológicas, el magnolio cuenta con unas hojas grandes de un color verde oscuro y con unas semillas algo curiosas, ya que tienen un color rojo y están envueltas en un fruto cónico.
El uso que se le suele dar a esta especie de árbol es puramente decorativo, aunque en algunos momentos se ha llegado a utilizar su madera con el objetivo de construir. Debido a su crecimiento lento, no es muy lógico ni rentable cortar estos árboles para utilizar su madera.
¿Qué condiciones necesita para crecer?
Uno de los factores decisivos para que el magnolio tenga un buen crecimiento será el tipo de suelo. Para el cultivo de este árbol es necesario contar con un suelo ácido. ¿Qué quiere decir esto? Significa que si el terreno es básico, se deberán realizar cambios en el suelo para el corregir su pH y adaptarlo para plantar correctamente el magnolio. Si se realiza una continua siembra de materia orgánica se conseguirá una idónea acidez en el suelo que el árbol agradecerá y así se logrará favorecer el drenaje del agua de riego. En el caso de tener un suelo básico o calcáreo sin nutrientes, lo único que provocará es clorosis en el árbol.
Otra de las condiciones para un correcto crecimiento es el rango de la temperatura que puede llegar a soportar. Aunque es cierto que los magnolios son capaces de resistir el frío, tampoco son los mejores árboles para soportarlo, ya que es de climas cálidos. Hay que cultivarlo en una zona que no quede ni muy expuesta al viento ni a posibles heladas.
Una de las necesidades básicas del magnolio es la luz. Requiere de sol y más sol, pero se puede plantar perfectamente en algunos lugares en los que haya un poco de sombra. Siempre y cuando le de rayos de sol en algún momento del día.
Cuidados de los magnolios
El riego es también importante para poder mantener el suelo en buenas condiciones y favorecer el crecimiento del árbol. Por ello, hay que tenerlo constantemente húmedo, pero sin llegar a generar nunca algún tipo de encharcamiento. El riego hará que pase con mayor facilidad el abono, garantizando un suministro constante de nutrientes. Además, se puede combinar la técnica del acolchado o 'mulching' con el fin de evitar que el agua se acabe evaporando y generar aún más nutrientes aprovechables para el magnolio.
En cuanto su multiplicación, existen diferentes formas y unas son más rápidas que otras. La forma con la que se garantiza la mayor rapidez de su multiplicación es hacer esquejes o acodado durante el verano. Esto se deberá hacer mediante enraizantes y algunas otras técnicas para conseguir una nueva planta en poco tiempo.
La otra forma consiste en multiplicarlo a través de una semilla a partir de otoño, aunque debido a su naturaleza no será nada fácil. Esto se debe a que suele tener un porcentaje de germinación del 50%. Por ello, las semillas no se pueden conservar en invierno a una temperatura ambiente, sino que tiene que estar con unas condiciones frigoríficas entre 0 y 4 grados centígrados. Además, la cubierta dura de color rojiza será necesario eliminarla antes de intentar sembrarla.
Al conocer todos estos datos y sus características más relevantes, se logrará plantar con un rotundo éxito el magnolio. Además de asegurar su correcto crecimiento durante largos años.