Mantener la casa caliente en invierno, a no ser que se disponga de calefacción central, con los gastos reflejados en la comunidad, supone un incremento notorio en las facturas de la luz o el gas. En estos casos, se suele estar muy pendiente de poner la calefacción únicamente en las horas en las que el frío del invierno acecha más fuertemente y también pensando en que no haga falta volver a encenderla a posteriori. Te enseñamos aquí siete trucos para mantener la casa caliente cuando el frío del invierno aprieta más fuerte que nunca.
1Tapa las corrientes de aire
Para evitar que el calor se fugue de la casa, es necesario tapar cualquier hueco que facilita la salida de aire caliente al exterior. Para ello, puedes usar burletes (adhesivos de gomaespuma) en puertas y ventanas para que las corrientes de aire salgan de la vivienda. En el caso de haber agujeros o grietas en el suelo, es recomendable también el uso de alfombras e incluso también se puede aplicar algo de relleno para cubrir los huecos que puedan proporcionar una fuga de aire caliente.
También te será más fácil que el calor no se pierda si tu suelo es de madera, aunque también el uso de alfombras y mantas incrementa la sensación de calor y evita que se enfríen los pies. Generalmente están más cálidos al tacto que la madera o la piedra, y así ofrecen una superficie más caliente en la cual caminar. Además, evitan que el calor se filtre al suelo, por lo que son unos retenedores de calor más que aptos.
2Aprovecha la luz solar
Aunque en invierno el sol aparece en menos esplendor, es importante facilitar que los rayos del sol se reflejen sobre tu hogar. Para brindar este recurso natural, abre cortinas y persianas para que los cristales, además de proporcionar más luz a la vivienda, permitan darle más calor. Además, se aconseja que, durante el día, las persianas y las cortinas permanezcan totalmente abiertas hasta la cuando se ponga el sol.
3Cierra las habitaciones que no uses
Otra de las medidas para mantener el calor en tu casa es centrar ese calor en una zona específica, es decir, no repartirlo por toda la vivienda, ya que hay más posibilidades de que se fugue. Por ello, en primer lugar deberás ajustar el termostato, de forma que contenga un temporizador y, pasado un tiempo, se apague solo.
De esta manera, te podrás despreocupar de apagar la calefacción por las noches. Además, ese calor de la calefacción deberá estar focalizado en una zona, por lo que es recomendable cerrar las puertas de otras habitaciones a fin de concentrar todo el calor en esa zona.
4Usa cortinas gruesas
La ventana es la principal fuente de fugas de calor. Por ello, si se usan cortinas con forro térmico se evita ese escape de calor en invierno y, además, se evita que en verano el calor inunde tu hogar. En el caso de no disponer de este tipo de cortinas, también se podrán usar cortinas de tela gruesa o cubrir las que tengamos en casa con plásticos. Incluso estas cortinas pueden ser útiles en la puerta de entrada para evitar que entre el frío de la calle.
5Poner muebles encima del radiador, nunca delante
Una de las formas de ahorro energético a la hora del uso de la calefacción es colocar un estante, especialmente en el caso de casas de techo alto, encima del radiador. Esto permite canalizar mejor el calor.
La colocación de estantes y repisas encima de la calefacción permite, de esta forma, que la elevación del aire caliente se detenga, especialmente si está debajo de una ventana. En cambio, si colocamos un mueble delante de la calefacción, sobre todo si son de gran tamaño, estos absorben su calor y no permiten calentar la estancia.
6Coloca papel de aluminio
Una forma de evitar la salida excesiva de calor de los radiadores es colocar papel de aluminio o láminas reflectantes en el hueco detrás de los radiadores. Este sencillo sistema nos permitirá recuperar una parte importante del calor que absorbe la pared, ahorrando hasta un 20% de energía. Con este sistema, se consigue que el calor se proyecte hacia la habitación y no se filtre por la pared.
7Cierra todas las ventanas correctamente
Ya que las ventanas son el principal punto de fuga del calor, es necesario sellarlas correctamente. En las horas del día que la temperatura de fuera puede ser incluso más alta que el interior y también a modo de ventilación del hogar, es recomendable que estén abiertas durante las horas del día con mayor sol.
No obstante, cuando el frío acecha, deben estar correctamente tapadas para evitar fugas. Incluso puedes emplear paños o masilla para asegurar que cualquier punto de posible fuga de la ventana facilite la salida de calor de tu vivienda.